Sea por una cuestión de contacto con la tierra, de responsabilidad ambiental, de afición hortelana o simplemente porque el producto está mucho más bueno, si has decidido ¡plantar en casa te felicitamos! Es muy gratificante y da buenos resultados, pero al principio todos estamos un poco perdidos…
De los autores de Cómo tener un huerto urbano para autoabastecerte y ¿Cómo empezar un huerto en tu restaurante? (que te pondrá muy bien leer si buscas ideas y consejos), hoy te damos nuestra selección de productos que puedes plantar en casa. Y comértelos, se entiende.
Dos cositas previas…
Para evitar que el artículo esté plagado de obviedades, las vamos a poner aquí todas juntas: todo depende del espacio, del tiempo y del clima que tengas. Vamos a suponer que hablamos de un huerto de terraza o de patio, ni muy cálido ni muy frío, y que no se va a convertir en tu actividad principal ni en tu única fuente de sustento…
Como regla general, puedes calcular el espacio por distancia entre plantas o por producción de cada planta por metro cuadrado (que viene a ser lo mismo). Y como planteamiento de base, será complicado (posible, pero complicado) que críes plantas con grandes exigencias de terreno, agua o de gran porte. Aunque si te organizas bien, casi todo es posible…
Lechuga
Uno de los cultivos más sencillos de conseguir, tal vez la estrella del huerto urbano. Crecen rápido, no requieren grandes cuidados y la enorme diversidad de variedades se agradece. Procura plantarlas en tandas para no “enlechugarte”.
Tomate
Jugoso, sabroso y nutritivo, el tomate no debería faltar en tu huerto. El tomate cherry es uno de los más populares porque tendrás tomates de forma escalonada durante una buena temporada, pero puedes elegir otras variedades propias de tu zona.
Cebolla y familia
La tercera pata de cualquier ensalada y parte esencial en infinitos guisos. Por cuestiones de espacio y carácter de sabor y aroma te sugeriríamos la cebolleta, la chalota y el puerro como los mejores. ¡Y dan unas flores preciosas!
Verdura de hoja verde
Espinaca y acelga son las representantes perfectas para tener en casa. Son muy nutritivas, tienen un sabor marcado y se pueden consumir en cualquier fase de su desarrollo sin sacrificar la planta. Prefieren fresquito y no demasiada agua.
Legumbres trepadoras
Nos encantan las legumbres frescas. La gran ventaja de guisantes, judías verdes, habas y demás familia es que les gusta trepar, lo que te ahorra mucha superficie (aparte de ser excelentes regeneradoras de la tierra).
Pepino y calabacín
Dos cultivos muy veraniegos que requieren bastante agua pero que si dispones para que crezcan en vertical te darán muy buenos resultados. Crecen rápido, así que tendrás que prestar atención para podar un poco y recoger antes de que se hagan gigantes.
Berenjena y pimiento
La primera es más delicadita (prefiere calor, humedad media y mucha luz, conviene podarla y tutorarla, en fin). El segundo también tiene sus cosas (pide suelos ricos, bien drenados, algo arenosos, y ojo con juntar variedades dulces y picantes). Pero verás qué escalivadas…
Raíces y tubérculos
Las remolachas y los rábanos son los candidatos ideales. Las primeras, porque se aprovecha todo; los segundos, por su marcado sabor y su producción fácil y rápida. Si tienes mucho sitio y un clima cálido, prueba con el boniato…
Aromáticas
¡Por supuesto! Con la ventaja de que la mayoría requiere poca agua y puede vivir en macetas sin ocupar terreno de huerto. Tomillo, romero, orégano, menta, albahaca, cebollino, salvia, estragón, mejorana… Cuantas más, ¡mejor!
Fresas
No lo dudes, porque será una de las plantas que te darán mayores satisfacciones tanto al cultivar como al comer. Resistente y con producciones largas, tiene la ventaja de reproducirse por estolones prácticamente sola (si la dejas).
Frutos del bosque
Sí, hablamos de frambuesa, arándano, grosella, y un largo etcétera. Aquí, tanto las distintas especies como las condiciones climáticas y de suelo determinarán el éxito de la empresa. Lo bueno es que pueden sobrevivir bien en macetas profundas.
Flores
Claro que sí, porque aparte de favorecer la polinización y ser decorativas, te las puedes comer. La de calabaza es todo un clásico, pero también puedes apostar por diente de león (joven), caléndula, pensamiento, tagete, violeta, etc.
También es muy recomendable que complementes saliendo a recoger alimentos del mundo que te rodea: setas, moras, castañas, flores, todo lo que puedas. Es un consejo muy coherente de Fina Puigdevall y Martina Puigvert Puigdevall, en su Curso de Cocina de Temporada y Proximidad. Muy recomendable, tanto para reinventar tu cocina casera como para complementar tus estudios de hostelería a distancia.
Además, ¡otros cursos relacionados de Scoolinary!
- Curso de Conquista al Público Veggie de Lola Hernández
- Curso de Cocina Vegetal y Saludable de Xavier Pellicer
- Curso de Alimentación Plant-Based de Germán Roz