La receta básica para hacer un caldo de ave clásico
Sí. Es mencionar la palabra caldo y trasladarse a un sofá en pleno invierno con la manta, quizás una chimenea crujiendo, y el tazón en las manos calentándose con el líquido humeante y sabroso.
Un caldo siempre reconforta y nos hace sentir bien. Si lo analizamos, no es más que un líquido hecho a través de la cocción en agua de verduras, huesos o espinas por un buen periodo de tiempo que es, como mínimo, de dos horas.
»