Tartas, bizcochos, magdalenas, donuts y galletas, entre otras recetas dulces, ganan en sabor y en presencia cuando el glaseado está bien hecho. ¡Dales un toque diferente con esta tradicional decoración!
Porque cuando preparas cualquiera de estos deliciosos manjares, no solo te preocupa el sabor, sino también que tengan una apariencia atractiva y apetecible.
Tipos de glacé
Existen muchos tipos de glasa, unas más sencillas y otras más elaboradas. Algunas se hacen solo con agua y en otros casos se utiliza zumo de limón e incluso claras de huevo. Otros reposteros utilizan nata líquida, gelatina, crema de mantequilla, queso crema… Como ves, hay muchas formas de prepararla.
Tradicionalmente, algunas de las más utilizadas son:
- Glasa real (Royal Icing) o glasa a punto de escritura: compuesta fundamentalmente de clara de huevo y azúcar glass. Se utiliza para perfilar galletas y para la decoración de diferentes preparaciones. Es básica para realizar los otros dos tipos.
- Glasa fluida o a punto de relleno: se le añade agua a la glasa real para hacerla más fluida. Al ser tan fluida, no se usa para trazar líneas ni dibujos, pero se usa para bañar y para rellenar la decoración de las galletas.
- Glasa a punto duro: a la glasa real se le añade más azúcar glass. De esta forma se endurece y se pueden hacer detalles decorativos con más relieve.
Aparte de estas, también es muy frecuente el glaseado blanco tradicional, que se puede preparar simplemente con 200 gramos de azúcar glass y 50 cc de agua, un recipiente y un utensilio para remover. Algunas personas le añaden jugo de limón.
Todas las variedades son adecuadas, todo depende del uso que les vayas a dar, ya que solo varían en ingredientes, textura y sabor. En cualquier caso, todas suelen ser fáciles y rápidas de preparar. Y son ideales para decorar esas galletas caseras que tan bien lucen después, en Navidades o en cualquier época del año.
Cómo debe quedar el glacé
Para cumplir con su objetivo decorativo, el glacé o la glasa debe ser consistente y formar un hilo continuo, blanco y homogéneo.
Una vez bien batido el conjunto y alcanzada la consistencia necesaria, utiliza una manga pastelera para poder decorar tus pasteles, galletas, etc. Puedes utilizar diferentes tamaños de boquilla en función del efecto decorativo que quieras conseguir.
En caso de no tener una manga pastelera a mano puedes decorar, cuidadosamente, con la punta de un pincel para hacer las líneas, formas o dibujos que desees sobre tus galletas.
5 trucos para que tu glacé quede perfecto
Cómo conseguir el punto óptimo de textura
El punto óptimo de la glasa como elemento decorativo lo alcanza cuando puedes dibujar sobre la mezcla y aguanta con esa forma durante unos segundos. Si necesitas que sea una mezcla más espesa, puedes añadir más azúcar glass.
Una nota de color
Dependiendo de tus necesidades de decoración, puedes agregar colorante a la preparación y dar rienda suelta a la fantasía. Muy útil para decorar pasteles o magdalenas para cumpleaños infantiles.
Controla la temperatura antes de glasear
Para glasear con el blanco tradicional o con la glasa real, el postre debe estar tibio. No puede hacerse sobre la masa caliente. Después, hay que dejarlo reposar apara que se endurezca y se opaque.
Dos texturas distintas para contornos y rellenos
Los contornos de la decoración de las galletas se delinean con un glacé más espeso, mientras que sus rellenos se hacen con glasas más líquidas.
Para hacerlo más espeso o más líquido
Si te ha quedado muy espeso para tus objetivos, puedes añadir un poco de jugo de limón o leche. Si por el contrario, te ha quedado demasiado líquido puedes añadir unas cucharaditas de azúcar glass.
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