La relación entre el elemento gastronómico y el diseño gráfico cada vez es más estrecha. Es un tópico decir que la gastronomía o la cocina entra por los ojos, pero hay mucho de verdad en esta sentencia. Sin duda, cualquier plato es más atractivo si además de tener un exquisito sabor tiene un aspecto armónico, coherente y apetecible.
El diseño grafico contribuye a mejorar la experiencia gastronómica. El diseño aplicado a la cocina puede servir de puente para llegar hasta sus sabores.
Desde hace años se habla de Food design para referirse a una disciplina que aplica al hecho gastronómico estrategias y métodos propios del diseño. Se entiende como una representación anticipada del acto alimenticio, aunque el concepto abarca mucho más que la pura decoración culinaria: desde la producción hasta la presentación, comunicación, comercialización, consumo del alimento… y su relación con todos los agentes involucrados.
Sin duda, un aspecto clave de este concepto es el emplatado, la presentación de la comida en el plato en el que se sirve, lo que se conoce como estilismo culinario o Food styling, que utiliza el diseño gráfico para conseguir sus objetivos. Todo ello dentro de un concepto en el que el emplatado forma parte de una experiencia multisensorial a la hora de comer en un restaurante.
El estilismo culinario o Food styling
Hoy en día los sugerentes emplatados de los restaurantes suelen viajar fotografiados a través de las redes sociales. Puede ocurrir que los fotografíen los propios comensales o que el restaurante comparta las fotografías de sus preparaciones en sus redes o página web, dentro de su estrategia de marketing. Tanto uno como el otro caso ponen de relieve la importancia de un buen emplatado.
Existen técnicas para realzar la apariencia de los diferentes platos a través de la fotografía. Por eso es importante que los chefs y cocineros conozcan las bases del Food styling, que es un aspecto fundamental de ese Food Design al que antes nos hemos referido.
El estilismo culinario o Food styling busca hacer apetecibles los alimentos y los platos que aparecen en las imágenes. Desprovistos de los sentidos del olfato y el tacto, es solo la vista la que trabaja para llamar la atención del potencial comensal y despertar su apetito. Hay que tener en cuenta que la vista es el primer sentido que interviene en la acción de comer y es el que va a mandar una información favorable o negativa al cerebro.
Las técnicas del estilismo gastronómico nos permiten generar emplatados apetitosos, elegantes y equilibrados. Además, son rentables: por un plato bien emplatado las personas están dispuestas a pagar más.
Aspectos a tener en cuenta en el diseño gráfico aplicado a la decoración culinaria
La presentación de cualquier elaboración culinaria es muy importante. Una experiencia de sabor es también una vivencia de carácter estético. El diseño gráfico busca comunicar a través del lenguaje visual, debe cumplir la función de elegir aquellos elementos de comunicación que son adecuados para el usuario, ajustándose a las necesidades del público al que se dirige.
En realidad, según muchos especialistas, existen muchas analogías entre el mundo del diseño y el de la cocina. Es por ello que son campos que se complementan bien. Según el diseñador gráfico Timothy Samara, profesor de la Escuela de Artes Visuales de Nueva York: “El proceso de diseñar equivale al de cocinar (…) Un buen diseñador, como un buen chef, no solo conoce las diferencias o semejanzas entre los distintos tipos de ingredientes, sino también cuáles de ellos transmiten determinado mensaje a diferencia de otros y cuáles se combinarán para dar lugar a experiencias…”
Por todo ello, el emplatado de las diferentes elaboraciones gastronómicas debe fundamentarse en un conocimiento técnico y unos principios de armonía y proporción, basados estos aspectos principales:
- La búsqueda de una idea creativa que respete la esencia y el legado que poseen los sabores.
- El soporte: hay que escoger un soporte adecuado para las características de nuestra elaboración. Hoy en día existe una tendencia a la vuelta a los materiales nobles, la naturaleza y la artesanía.
- Disposición de los alimentos: en búsqueda de la armonía y la simplicidad, para provocar la seducción organoléptica del cliente, evitando dispersión y huecos con elegancia, pero garantizando que el conjunto respire, que haya aire. Menos es más.
- Para conseguir una composición armónica de nuestro plato debemos conocer y saber aplicar la regla EUPFA, que se corresponde con los siguientes términos:
- Equilibrio: armonía entre todos los elementos que componen el plato, tanto ingredientes como soportes, texturas, colores, elaboración…
- Unidad: evitar espacios en blanco y vacíos, el plato debe presentarse como un todo coherente.
- Punto focal: es el que provoca la atracción visual, donde el comensal posa la vista automáticamente, nos indica la ubicación del ingrediente principal y marca el volumen del plato.
- Flujo: se refiere al movimiento del plato, su dirección, que sea captado y comprendido con una sola mirada.
- Altura: aportar volumen y altura para un impacto visual más atractivo.
- Para ello debemos atender a los diferentes elementos de diseño gráfico:
- Jerarquización visual: otorgaremos una jerarquía protagonista al ingrediente principal, situando en segundo plano la guarnición y en tercer lugar la salsa. En este punto, un consejo: un plato con productos impares resulta siempre más atractivo.
- Elementos visuales: formas, medidas, colores, texturas…
- Combinación de colores y gamas de colores: atención a la psicología del color y sus significados. Conviene utilizar al menos tres colores para establecer cierto equilibrio visual. El diseño gráfico debe saber trabajar aquellos colores que estimulan el apetito, sobre todo los cálidos, como el amarillo, el naranja, el rojo y algunas gamas del verde.
- Volumen: es muy importante, indispensable para platos planos; y más sencillo de trabajar en formato bol.
- Texturas: el uso de las texturas debe ser equilibrado para la apariencia visual del plato.
- Formas y composición: la colocación de los ingredientes puede atender a distintas formas: geométricas, orgánicas, rectilíneas, irregular, accidental…
Debes tener siempre presente que, como ya hemos señalado, el cuidado de las formas de emplatado tiene un impacto visual en el comensal que estimula su apetito, pero insistimos en que también influye en la rentabilidad que se le puede sacar a ese plato y, en definitiva, en la del restaurante.
Toda la información que necesitas para conseguir un emplatado atractivo y profesional que aplique los principios del diseño gráfico y que se ajuste a los criterios del Food styling la encontrarás en nuestro curso online “Introducción al Emplatado”, en el que Eva Hausmann, consultora de Food styling, te revela todos los secretos para conseguir un plato apetitoso y seductor mediante un emplatado perfecto.