Las ensaladas son todo un mundo; sí, hay vida más allá de la ensalada mixta. Pueden hacerse con casi todo y es difícil que no estén buenas: de pasta, con queso, tibias, de fruta, con carne o pescado…no limits.
Y con legumbres y cereales, por supuesto, que vamos incorporando cada día más a nuestra dieta en cantidad y variedad: hemos pasado de las lentejas con arroz a comer ensaladas de quinoa y mijo. Y eso está genial, en la cocina cuanta más diversidad, más riqueza, más sabores y más posibilidades.
Así que en esta entrada de nuestro blog nos centramos en las ensaladas de granos, las que hacemos con legumbres, semillas y cereales. De sus beneficios. De la cantidad de granos que existen y de cómo podemos mezclarlos para hacer ensaladas, ricas, sabrosas y nutritivas.
De granos y semillas, cereales y legumbres
Resulta que los granos son semillas, con o sin cáscara, de los que el hombre se alimenta desde el principio de los tiempos. Los granos secos son muy fáciles de conservar, y pueden molerse para conseguir harinas o prensarse para conseguir aceites o “leche”.
Eso seguro que lo sabías. Pero si cuando piensas en granos piensas automáticamente en cereales, a lo mejor te sorprende saber que muchos pseudocereales y legumbres también son granos. Así que usándolos en ensalada no solo estamos diversificando nuestra alimentación, también enriquecemos nuestra nutrición: barra libre de proteínas, minerales, vitaminas… ¡Cuántas cosas buenas caben en un algo tan pequeño!
Algunos granos y sus ensaladas
El combo grano-ensalada es sencillamente brutal. Vamos a darte algunas ideas y consejos para que les saques el mejor partido a estos proyectos de legumbres y cereales incorporándolos a tus ensaladas.
Granos de cereales
- Arroz: La ensalada de arroz es un socorrido recurso, un alimento muy completo que sirve estupendamente de base de ensalada. Pero escoge la familia adecuada…
- Cebada: La cebada da lo mejor de sí en ensaladas con verdura de hojas verde. Con las lentejas forma una pareja ganadora.
- Mijo: Puedes usarlo en una ensalada fría o templada. Te recomendamos la ensalada de mijo con dados de calabaza asada y unas hojas de espinaca frescas, aliñada con una salsa de tahina con limón.
- Trigo: En grano entero, convierte cualquier ensalada en un plato más contundente. En forma de bulgur o cuscús te permite elaboraciones rápidas como un tabulé.
Granos de legumbres
- Garbanzo: Probablemente no te contamos nada nuevo si te decimos que la ensalada de garbanzos es una auténtica maravilla. Con frutas como la naranja o el aguacate quedan fenomenal.
- Lenteja: Cocidas en su punto y mezcladas con alguna hoja verde, unos brotes y una vinagreta de mostaza tienes un platazo.
- Alubia: Un complemento perfecto para tus ensaladas de invierno. De nuevo es importante elegir la variedad y la cocción adecuadas; juega con los colores y tamaños.
- Guisante: Aprovecha la temporada para aliñar una buena ensalada con guisantes tiernos y aguacate, por ejemplo. Te darán un toque delicioso y crujiente cuando los usas en crudo.
- Soja: En grano, claro. Te proponemos una ensalada de soja verde con escarola, achicoria, tomates cherry y una vinagreta de miel.
Semillas de pseudocereales
- Quinoa: Es importante que esté bien lavada antes de cocinarla y que quede con una textura algo crujiente. Combina con todo, así que no temas mezclar.
- Amaranto: Quizá no es el más conocido de los pseudocereales, si no lo has probado deberías hacerlo cuanto antes. Añádelo a una deliciosa ensalada de con lechuga, manzana, naranja y pasas.
- Alforfón: el también llamado trigo sarraceno triunfa, por ejemplo, en una ensalada templada con dados de remolacha, champiñón en crudo y avellanas tostadas.
Nos vamos recordándote que combinar diferentes granos es un acierto seguro; como ejemplo, la famosa ensalada de 5 granos. Juliana López May la prepara de maravilla en el Curso de Ensaladas Saludables que te ofrecemos en Scoolinary, entre otros muchos cursos de chef a distancia en los que encuentras recetas, técnicas, trucos, ¡y mucho más!