El sudeste asiático es un destino ideal para todos los que nos gusta viajar y comer. Pero no está precisamente como para ir de puente, así que una buena opción es preparar nosotros mismos algunos de los platos más característicos de aquel rincón del mundo.
No dejes de intentar preparar esos platos en tu casa, que nada te lo impida. Es cada vez más sencillo conseguir los ingredientesy muchos de los utensilios que más se emplean podemos sustituirlos por los que ya tenemos en casa. De esto te hablamos a continuación.
El sudeste asiático es una de las regiones con más diversidad étnica de toda Asia. Es una zona definida por su situación geográfica: está situada entre dos importantes áreas culturales, China e India, de las que ha recibido muchas influencias (culinarias incluidas). Pero luego en cada país hay técnicas y utensilios específicos que le dan a los platos su personalidad. Veamos algunos.
Wok de hierro fundido
Utensilio estrella, el más reconocible. Y además muy versátil: se emplea para saltear, estofar y escalfar, consiguiendo una increíble variedad de cocciones y sabores. Al ser de hierro fundido alcanza temperaturas más altas que las sartenes antiadherentes caseras.
Lo suyo es un wok con el fondo redondo para poder mover la comida fácilmente y utilizarlo en una cocina con fuego. El uso del wok en nuestras cocinas se ha extendido últimamente, rara es la casa en la que no haya uno. Pero si en la tuya no hay, quizá tengas un perol o una sartén honda.
Espátula y cucharón para wok
Con la primera se mezclan y recogen bien todos los ingredientes del fondo de wok y con la segunda se sirven salsas y sopas. En este caso los sustitutos no son difíciles de hallar; seguro que tienes una espátula y un cucharón por casa. Cuanto más largo sea el mango, más parecido al original.
Vaporera
La vaporera de bambú la hemos visto sobre todo en los restaurantes chinos y es una buena inversión si quieres ampliar tu repertorio de utensilios asiáticos porque le darás mucho uso. Al ser de bambú, estas vaporeras absorben la mayoría de la condensación generada en el cocinado y así la comida no se empapa. Si no la tienes, no sufras: puedes conseguir unos resultados muy dignos con una vaporera eléctrica, o incluso con un colador en una cacerola normal.
Mortero
Imprescindible para conseguir una buena potencia de sabor, las hierbas y especias son machacadas y mezcladas para que liberen sus aromas. Tradicionalmente se emplean morteros de piedra, granito o madera para conseguir un majado algo grueso. ¡Este también lo tenemos en Occidente! Si no, puedes imitarlo con una procesadora o una batidora, aunque es difícil conseguir la misma textura e intensidad de sabor.
Así lo hace la chef Francesca Ferreyros en este delicioso sambal bajak que ha cocinado para Scoolinary. Lo tienes en su Curso de Introducción a la Cocina del Sudeste Asiático. Toma buena nota porque son auténticas clases de cocinero con titulación, con las que aprenderás a preparar algunos de los platos estrella de la cocina vietnamita, tailandesa e indonesia.
Cuchillo de carnicero
Seguro que también tienes un buen cuchillo o una macheta para hacer los cortes finos y precisos tan característicos de esta cocina. Pero el cuchillo no lo es todo, my friend; la destreza es necesaria y la práctica hace al maestro. Apóyate (literalmente) en una buena tabla de corte, preferiblemente de madera. Puede sustituirlo por una buena mandolina y un rallador de verduras.
Colador de bambú
Son una especie de colador con un mango largo de bambú en el que lo mismo escurres el aceite de las frituras, cuelas el arroz, escaldas verduras o cueces los fideos de arroz. Puede recordarte a una espumadera o una araña, así que eso sería lo más parecido… Si no, también puedes usar un colador metálico de los de toda la vida.
Arrocera
El arroz es un alimento fundamental en la cocina del sudeste asiático que acompaña prácticamente todas las elaboraciones. Cada comensal tiene su propio cuenco o plato de arroz que va mezclando con los platos que se presentan en la mesa. La arrocera eléctrica está ampliamente extendida ya que facilita el trabajo, pero si no la tienes siempre te puedes apañar con un cazo…