Es un clásico en cuanto a tartas. Su presencia es elegante y delicada, con esa base blanca y crujiente rematada con frutas que hacen que sea muy atractiva a la vista. Después está su sabor, increíblemente dulce y contrastando con el toque ácido o de múltiples gustos de las frutas que le pongas. La tarta Pavlova se ha ganado su puesto en la repostería mundial.
El origen de la tarta Pavlova
Su nacimiento es incierto, como suele suceder con la historia de esas recetas que trascienden generaciones. El nombre sí está claro, Pavlova es el apellido de Anna Pavlova, la primera bailarina rusa de finales del siglo XIX y principios del XX, estrella del Ballet Imperial Ruso, quien visitó Nueva Zelanda y Australia en la década de 1920. En honor a ella se bautizó este postre.
Y son estos dos países los que se disputan desde entonces ser el lugar donde se originó la tarta. Los neozelandeses argumentan que se inventó en el hotel donde se hospedó la bailarina y de ahí se expandió su fama. Del lado australiano se dice que la creó el chef Herber “Bert” Sachse a petición de los dueños del hotel donde trabajaba, quienes lo contrataron para que ideara algo diferente.
Lo cierto es que probablemente nunca se sepa dónde fue su principio. Añadido a esto, algunas teorías se remontan más atrás en el tiempo, señalando que ya en el siglo XVIII en Alemania existían los postres a base de merengues, aunque este tipo de técnica en realidad tiene un origen árabe donde se trabajaba el jarabe de azúcar sobre claras de huevo. La práctica posteriormente se llevó a Europa a través de las colonizaciones y en términos gastronómicos se desarrolló más en los imperios de los Habsburgo y en Europa Central.
Qué es una tarta Pavlova, algunos tipos
La tarta Pavlova consiste en una base de merengue con fécula de maíz que lleva nata montada y se remata con frutas en su versión clásica, normalmente diferentes tipos de frutos rojos. El resultado es un pastel muy crujiente por fuera y suave por dentro, con un contraste de sabores determinados por las frutas que le pongas, como ya hemos señalado.
Es una tarta superdelicada, y, como señala el pastelero y profesor de Scoolinary Josep Armenteros, “es muy sencilla en su composición pero muy compleja de hacer en cuanto a tiempos y temperaturas ya que se debe conseguir que el merengue sea crujiente en el exterior y tierno en su interior”.
La versión que hace este chef presenta el merengue mencionado, crujiente por fuera y suave por dentro, con una capa de crema Chantilly y las frutas encima. Otras versiones de pavlova tienen el merengue crujiente hueco por dentro, que se rellena con nata y se remata con frutas. También existen variantes con otro tipo de toppings: frutas diferentes como mango o melocotón, trozos de chocolate o trufa, incluso con dulce de leche, por citar algunos ejemplos.
Un detalle importante a la hora de armar la tarta es que la nata o crema Chantilly que vayas a poner la añadas justo antes de servir ya que el merengue con la humedad pierde consistencia.
Si se te ha hecho la boca agua con las imágenes tienes que aprender a preparar la tarta Pavlova. En el curso Tartas irresistibles de Scoolinary, dictado por Josep Armenteros, el che te enseña a preparar las tartas más deliciosas que existen, como la tarta Pavlova, la red velvet, la tarta crumble o una tarta de chocolate y avellanas.
