No es ningún secreto que los vinos latinoamericanos han ido ganando prestigio con el paso de los años. Por la calidad de sus caldos y por su capacidad de producción, siempre están presentes en los rankings mundiales con dos países como protagonistas de la región: Chile y Argentina.
No obstante, no son los únicos productores de vino, Brasil se encuentra en el tercer lugar de la zona en cuanto a producción y en Uruguay, Ecuador, Bolivia y Perú también se producen caldos, siendo este último el país donde se empezó el cultivo vitivinícola con la llegada de los españoles.
Un poco de historia
“Las vides a Latinoamérica llegaron con los españoles en el proceso de conquista, durante el siglo XV. Perú fue el primer polo de producción entre los siglos XV y XVII, época del mayor apogeo”, explica Florencia Rey, sommelier del restaurante Maido en Perú (50 Best Restaurants) y profesora de Scoolinary.
La especialista explica que, con la fiebre del oro blanco que significó el algodón, el vino decayó en relevancia en este país y ya para los siglos XVIII y XIX, Chile cobra lugar como potencia productora, siendo el lugar donde los españoles continuaron con el cultivo de las viñas. Ya en el siglo XX Argentina sustituyó a Chile como potencia vitivinícola y en la actualidad son los principales países de Sudamérica.
Lógicamente, al tener una industria del vino más desarrollada y con más historia, también cuentan con las mejores regiones vitivinícolas latinoamericanas.
Las mejores regiones vitivinícolas de Latinoamérica
Zona centro, Argentina
Florencia Rey señala que “Argentina, al ser un país con una gran extensión de territorio, con diferentes climas y suelos, tiene las características favorables para desarrollar vinos”. Así, el país ocupa el sexto puesto en producción con 11.8 millones de hectolitros, siendo la zona centro, y en especial, Mendoza, la principal región, ubicada en una meseta a los pies de la cordillera de los Andes y dividida a su vez en subregiones.
Hablar de Mendoza es hablar de su uva tinta emblemática, la malbec, una cepa francesa que llegó al país sureño en 1853, y que a partir de 1990 comenzó a ubicar a Argentina en el mapa de países productores de buen vino. Mendoza produce el 70 % del vino argentino y es la región vitivinícola más extensa de Sudamérica, con caldos expresivos donde también participan otro tipo de uvas como cabernet sauvignon, chardonnay y syrah.
Recientemente, la revista estadounidense Wine Enthusiast publicó su lista de los 100 mejores vinos de 2022, y de los 7 vinos argentinos seleccionados, 6 son de Mendoza.
Zona norte, Argentina
En esta región destacan las provincias de Salta y Jujuy. “Tenemos una variedad blanca emblemática en la Argentina que se llama torrontés”, indica Florencia Rey, y es en esta zona donde mejor se ha expresado esta cepa.
La sommelier agrega que la malbec alcanza expresiones interesantes aquí debido a la altura, “aproximadamente encontramos plantaciones desde los 700 metros hasta los 3300 metros de altura sobre el nivel del mar”. Son uno de los viñedos más altos de Sudamérica, y en la lista publicada por la revista Wine Enthusiast, de los 7 vinos argentinos seleccionados, el que ocupó el primer lugar es un vino blanco de la provincia de Salta.
Valle central, Chile
Chile es el mayor productor de Sudamérica con 12.4 millones de hl en 2022. El valle central es la región más importante y grande. Se divide en varias subregiones: valle del Maipo, valle del Rapel, valle del Curicó y valle del Maule.
En esta zona una de las principales cepas es la carmenere, una uva procedente de Francia donde apenas quedan vides pero que en Chile se ha mantenido. La razón es que en el país sudamericano la plaga de la filoxera no pudo ingresar debido a su clima cálido y a sus condiciones naturales.
“En el valle del Maipo se da el 83 % de la producción de vinos de calidad de Chile”, señala Florencia Rey; la uva estrella es la cabernet sauvignon aunque también se da la mencionada carmenere. En 2022 la revista estadounidense Wine Spirits eligió un vino de este valle entre los 100 mejores del mundo.
En el valle del Rapel, por su parte, se ha desarrollado muy bien la carmenere, además de la cabernet sauvignon y la merlot. En el valle del Maule se cultivan uvas criollas como país, una de las primeras variedades que los españoles introdujeron en Chile y que se llamaba inicialmente Listán Prieto; también la moscatel y la cinsault. Para finalizar, el valle del Curicó tiene un clima mediterráneo y en él se cultivan uvas como la cabernet sauvignon, merlot o chardonnay.
Aconcagua, Chile
Esta región es considerada un paraíso para la vid, su clima fresco y estaciones marcadas permite el desarrollo de cepas. Se divide en las subregiones de valle de Aconcagua, valle de Casablanca y valle de San Antonio.
En Aconcagua se producen grandes exponentes de los vinos chilenos de alta calidad. Aquí hay un gran desarrollo de cabernet sauvignon. En Casablanca fue la primera zona de clima más frío donde se desarrollaron uvas blancas como chardonnay, sauvignon blanc y pinot noir. Por último, el valle de San Antonio, con unas condiciones climatológicas parecidas al anterior, destaca por la producción de variedades blancas también.
Estas son 4 de las regiones más importantes en cuanto a producción vitivinícola de caldos de calidad. Tanto en Argentina como en Chile existen otras zonas productoras, así como en otros países del subcontinente que ya hemos mencionado. Es un desarrollo que ha ido evolucionando de forma positiva y que cada vez le otorga más renombre en el sector.
Florencia Rey explica muy bien la historia, las regiones, cuáles son las uvas autóctonas e incluso realiza una cata de algunos caldos explicando sus características en su curso Vinos latinoamericanos, de Scoolinary. Si te apasiona el mundo del vino este curso es para ti.