Si nos detenemos en su gusto, pocos se le resisten. Esa textura delicada, que se deshace en la boca, y ese sabor dulce que dan ganas de más. Si nos fijamos en su apariencia, ya sea con un acabado más artesano o con un estilo más sofisticado y de diferentes colores, es perfecta para obtener presentaciones sumamente atractivas e irresistiblemente apetitosas. La buttercream es un clásico en la decoración de tartas, y no es para menos.
Qué es la crema buttercream y cuáles son sus tipos
De origen anglosajón, se emplea en numerosos postres provenientes de estos países o que se han hecho famosos allí. La buttercream o crema de mantequilla es deliciosa quizás por su simpleza, se hace con dos ingredientes básicos, mantequilla y azúcar glas. No obstante, existen varios tipos:
Buttercream americana
Mantequilla, azúcar glas y leche batidos hasta conseguir una crema que puede ser menos o más consistente según el uso que le vayas a dar. Leonardo Espinoza, pastelero y profesor de Scoolinary explica su receta así:
- Mantequilla, preferiblemente sin sal, a temperatura ambiente o pomada y cortada en pequeños cubos.
- Azúcar glas, bien pulverizada.
- Gotitas de leche para suavizar la crema.
Buttercream italiana
Por un lado se hace un jarabe con azúcar cocinado en agua y por el otro se baten claras de huevo a punto de nieve. Luego se incorpora el jarabe, que hará que se cocinen las claras. Se bate hasta que ya tenga una consistencia de crema suave y después se incorpora la mantequilla.
Buttercream suiza
En esta versión las claras de huevo se cuecen en baño María con el azúcar y se bate con unas varillas manuales. Cuando la temperatura de la mezcla haya descendido, se pasa a una batidora hasta obtener una consistencia de crema y se incorporan los cubos de mantequilla igual que en la italiana.
Usos de la buttercream en decoraciones de tarta
La buttercream se utiliza tanto de relleno como en la cobertura de las tartas. Puedes añadirle sabores como extracto de vainilla, cacao, café o mermeladas caseras de frutas, hacer combinaciones con tus bizcochos y jugar con el acabado final.
La clásica red velvet o la tarta de zanahoria suelen hacerse con un frosting con queso crema pero también puede llevar buttercream, según las preferencias de cada quien. A la hora de decorar la superficie tienes la posibilidad de darle un acabado más artesano, tan de moda ahora, en el que aplicas la crema de mantequilla y después quitas los excesos con la espátula dejando a propósito irregularidades en su textura y espacios donde incluso se ve el bizcocho. Este tipo de decoración da una sensación más casera.
Si empleas colorantes para jugar con los tonos tienes muchas posibilidades con la decoración. Una opción bonita y de toda la vida es meter la buttercream en una manga pastelera con una boquilla de estrella y en la superficie de la tarta ir haciendo remolinos o swirls hasta cubrirla por completo. Una variante es emplear varias mangas con buttercream de distintos colores y alternar los remolinos. Es un acabado perfecto para tartas infantiles.
Otro tipo de adorno es hacer degradados con buttercream en distintos tonos del mismo color. Aplica el color base en toda la tarta, luego el tono más intenso en el pie del pastel y después un tono medio en la mitad. Con la ayuda de la espátula ve quitando los excesos y creando el efecto de transición del color.
Las flores con buttercream son un recurso muy atractivo para tus tartas. Dependiendo del tipo de flor que quieras hacer busca los modelos de boquillas necesarios, todo es cuestión de imaginación.
Con frutas de temporada, con láminas de oro comestibles, con fibras de papel de arroz, con esferas de chocolate… Existen infinitas posibilidades de crear verdaderas joyas con tus tartas con buttercream y los accesorios que quieras. Leonardo Espinoza es profesor en decoración de tartas y te enseña a hacer pasteles deliciosos y adornados de una forma espectacular en su curso Tartas creativas con buttercream. Aprenderás las bases de las tartas con combinaciones diferentes y sus acabados.
