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Pasta fresca en dietas, ¿en cuáles podemos incluirla?

La dieta (el régimen alimentario, nuestros hábitos al comer) no es cosa de modas sino de alimentarnos de forma saludable. ¿Podemos emplear la pasta fresca en dietas y en regímenes de alimentación modificados?
pasta fresca en dietas 1

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Ni Perricone, ni keto, ni alcachofa, ni nada. La dieta (el régimen alimentario, nuestros hábitos al comer) no es cosa de modas o gustos, sino de alimentarnos de forma saludable. ¿Podemos emplear la pasta fresca en dietas y en regímenes de alimentación terapéuticos? La respuesta es un gran “claro que sí”, pero con matices.

Una dieta saludable debe ser completa, variada, equilibrada, suficiente, adecuada e inocua. Si por razones de salud o cualquier otra te planteas modificar tu dieta, haznos el favor de consultar primero con tu médico o nutricionista. Mientras, puedes irte informando si pasta fresca sí o pasta fresca no…

La pasta fresca… es pasta

En ese sentido, cualquier dieta basal es perfectamente compatible con la inclusión de pasta fresca. Porque a fin de cuentas, la pasta fresca, desde una perspectiva nutricional, es pasta y ya está. Otra cosa son la salsa o ingredientes que le pongas, ahí es donde la cosa se puede complicar; pero como las posibilidades tienden a infinito, ahí no nos vamos a meter.

Total, que la pasta fresca al huevo es básicamente cereal, o sea, carbohidratos, o sea, gasolina pa tu body. Eso sí, por sus ingredientes no es apta para intolerantes al gluten o al huevo. ¿O sí? Vamos a ver con más detalle distintas dietas de modificación y ver si la pasta fresca encaja o no.

chef preparando pasta fresca apta en dietas 2

Pasta fresca en dietas modificadas

Cuando decimos modificadas nos referimos a dietas diferentes a las “nomales” en las que hemos cambiado algo por necesidades o restricciones de salud. Estas son las principales.

Dietas hipocalóricas

Ya sabes, las de ingerir pocas calorías. La pasta fresca en este tipo de dietas no supone un problema siempre y cuando se consuma en cantidades reducidas, calculadas según el peso y el consumo calórico de cada persona.

Dietas hipercalóricas

Si por el contrario de lo que se trata es de aumentar la ingesta de calorías (no es frecuente, pero se prescribe en casos de desnutrición), se trata de aumentar la cantidad (también la calidad y variedad) de nutrientes. Bienvenidos sean los carbohidratos.

Dietas hipoproteicas

Se caracterizan por requerir al mismo tiempo un aporte calórico normal y muy poca proteína, y esta de alto valor biológico. En principio, la pasta anda escasa de lisina, y por sí sola no sería recomendable… Pero con huevo, ¡combinación perfecta!

Dietas hiperproteicas

Contra lo que se suele creer, estas dietas no están pensadas para perder peso, sino para casos de malnutrición. La inclusión de pasta fresca en dietas hiperproteicas no presenta un problema, si bien las proporciones dependen de cada caso.

Dietas de exclusión de gluten

Evidentemente, si hablamos de intolerancia al gluten o celiaquía la pasta fresca al huevo no es buena idea… Pero ahí están las harinas de maíz, arroz o alforfón para que hagas pasta fresca al huevo sin gluten. ¡A experimentar!

Dietas de exclusión de huevo o lactosa

De nuevo por razones de alergia o intolerancia podemos dudar… Respecto a la lactosa, con no utilizar alimentos con lactosa en la salsa, listo. En cuanto al huevo, puedes salvar la dificultad elaborando pasta fresca sin huevo, como los pici.

Dietas cetogénicas

Se ha popularizado con demasiada frivolidad para perder peso, pero si efectivamente tu médico o nutricionista te ha recomendado seguir una de estas dietas de nutrición insuficiente, cualquier alimento rico en carbohidratos está proscrito.

Dietas de bajo índice glucémico

Hay una significativa diferencia con las anteriores; aquí se reduce el consumo de glúcidos, pero muy especialmente el de azúcares. También se restringen las harinas refinadas, así que si haces tu pasta fresca al huevo con harina integral, puede pasar.

Dietas altas en fibra

Lo mismo pasa con esos casos en los que la actividad intestinal es reducida y necesitamos aumentar la cantidad de fibra en el organismo: podemos optar por pastas frescas al huevo realizadas con harinas integrales (100 g de harina por huevo).

Dietas hiposódicas

Son dietas bajas en cloruro sódico, sal de toda la vida. Nada, no hay problema por consumir pasta al huevo, siempre y cuando no te pases con el salero.

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