Sea porque hoy nos hemos levantado especialmente sensibles, sea porque estamos ya con los prolegómenos navideños y queremos impresionar a nuestros comensales, el caso es que el cuerpo nos pide habar de estética. Más exactamente, de cómo meter la estética de alta cocina en casa.
Claro que no podemos decirte qué hacer en cada caso, eso depende de ti. Pero sí podemos recordar algunos principios generales procedentes de la haute cuisine que conviene que tengas presentes a la hora de diseñar y ejecutar una presentación.
Quién mejor que el gran Quique Dacosta ⭐⭐⭐ para guiarnos y aprender a aplicar principios de la cocina profesional en casa… Ahí tenemos su Curso de Estética en la Alta Cocina con 8 sofisticadas recetas en las que la presentación supera cualquier expectativa. Que te sirva de ejemplo e inspiración.
NOTA: El propio Quique Dacosta aclara que la estética va después del sabor y de la técnica. Lo recordamos para relativizar, aún sin ánimo de desmerecer la cuestión de la estética de alta cocina en casa.
No te compliques la vida
En serio; íbamos a ponerlo al final, pero por si se te hace largo, ten en cuenta desde el principio que la mayoría de las frustraciones vienen de querer complicarnos la existencia. Recuerda que la sofisticación estética pasa por tres principios:
- El “menos es más”.
- Keep it simple.
- La elegancia está en la personalidad.
Y ninguno es “hazlo muy difícil”, ¿a que no? Sobre todo, si no sabes…
Busca una inspiración
Es fundamental encontrar alguna referencia a partir de la que trabajar. Un paisaje natural, una experiencia vital, un personaje histórico o tu serie de ficción favorita, da lo mismo, pero aprópiate de ello y a ver qué te sugiere. A veces algo tan sencillo como cambiar la vajilla (unas sopas de ajo en un servicio de té inglés) puede dar la campanada.
Ten claro el concepto
Fíjate que no tiene por qué relacionarse con un plato complejo; pueden ser, por ejemplo, unas croquetas. O los macarrones con chorizo de tu abuela: puedes presentar la pasta con una buena salsa de tomate en un velo de chorizo a modo de tripa, o un gran canelón gratinado (que recuerde al macarrón) relleno de una crema de chorizo.
La sorpresa, en el centro
El recurso a la sorpresa es siempre efectivo, así que tira de imaginación para combinar sabores o texturas, emplear técnicas y utillaje, emplear vajillas y escenificar presentaciones. Recuerda, en todo caso, que la creatividad no implica necesariamente excentricidad (mira esta receta de gamba roja de Quique Dacosta para entenderlo).
Aprovéchate de la innovación
Innovar por innovar no tiene sentido, pero puede ser interesante echar un ojo al “catálogo de novedades”. Dicho de otra manera: hay productos o herramientas que pueden ayudarte a generar una estética de alta cocina. Se nos ocurren un montón de «ingredientes modernos» asequible y que ayuda a crear una estética de alta cocina en casa con mucho éxito.
Aprende de los errores
Y si puedes, aprovéchalos. Las pifias tienen, en la larga historia de la cocina, una rica tradición como orígenes de maravillas inimaginadas. Al fin y al cabo, si el sabor es bueno, ¿quién le dice al comensal si lo que tiene delante y que iba para salsa ha terminado convirtiéndose en una sopa? Deja que la presentación hable por ti.
Y la importancia del relato
Ahora sí, ¿hasta qué punto la estética no es una cuestión de relato? Nosotros, humildes practicantes, no tenemos la respuesta; te invitamos a reflexionar sobre ello y sobre las conexiones entre belleza y cocina con los maestros. En todo caso, que hay belleza en la cocina, eso lo tenemos claro.
Hablando de estética y alta cocina, en otros cursos Scoolinary…
- Curso de Alta Cocina Española, con Mario Sandoval.
- Curso de Cómo Hacer un Menú Degustación: La Cocina de Vanguardia de Lasarte, con Paolo Casagrande.
- Curso de Finger Food, con Ramón Freixa.