Jugar con la percepción. Volver a ponerse la capa de niños, elegir ser magos mediante el trabajo manual de elementos, degustarlos después para que el paladar le diga a nuestro cerebro que lo que está probando no es lo mismo que lo que le están diciendo los ojos. ¿Confusión o trampantojo?
Un trampantojo es eso, engañar a los sentidos, marearlos con percepciones dispares donde lo que parece no es y viceversa. En pintura, arquitectura, también en comida.
Qué es un trampantojo
El concepto viene de la pintura. Las imágenes se pintan en superficies grandes o pequeñas con un acentuado realismo y determinada construcción o perspectiva de manera que, dependiendo del ángulo desde donde se observen, dan una sensación u otra.
Una figura humana que parece salir del marco donde se encuentra, elementos que crean la ilusión de completar lo que falta en la pared, puertas abiertas que pueden hacer creer al espectador que tiene que atravesar, animales que se dirigen a nosotros, platos de comida que son tan apetecibles que puedes intentar comer.
La palabra trampantojo viene del francés trompe l’oeil, engañar el ojo, y se dice que ya se aplicaba en la antigua Grecia. La técnica también se ha empleado en arquitectura para crear efectos visuales que cambian la apariencia de paredes o interiores de edificios, como la famosa galería Spada en Roma construida empleando la perspectiva forzada, de manera que una galería que parece de 30 metros de largo en realidad mide 8,8 metros.
El trampantojo y su recorrido
Lo cierto es que, aunque hay registros de trampantojos en la nouvelle cuisine de los años 70, fue en los 90 y gracias a la revolución que significó El Bulli y Ferrán Adriá en el mundo entero, cuando los trampantojos tomaron popularidad.
A partir de allí los cocineros de todo el mundo comenzaron a indagar en el universo de la ilusión gastronómica, surgiendo ejemplos memorables que se convirtieron en iconos de la técnica y de la cocina de algunos chefs. Adriá y sus famosas aceitunas catapultaron a la fama no solo al trampantojo sino a las esferificaciones, que desde entonces todos imitaron; las aceitunas parecían un fruto corriente, con un interior líquido que explotaba dentro de la boca del comensal.
Otro gran chef español con un trampantojo inolvidable dentro de sus platos históricos es el también profesor de Scoolinary Dani García, su tomate nitro, gazpacho verde y quisquillas ha quedado en la lista de platos célebres de la cocina moderna. Ha sido tal el trabajo que el cocinero ha hecho con el nitrógeno en los fogones, que en el año 2005 Canal Cocina lo reconoció como cocinero del año.
Si seguimos nombrando trampantojos célebres, encontraremos las rocas comestibles de Andoni Luis Adúriz, el huevo de oro de Heston Blumenthal, que es un postre, o los mini Babybel de Diego Guerrero, con los que ganó el Certamen Nacional de Tapas de Valladolid.
Los trampantojos gastronómicos producen fascinación por su engaño y todo el trabajo que llevan detrás tanto en concepción como en ejecución. Y como en Scoolinary estamos empeñados en ofrecerte todo lo que tienes que saber sobre gastronomía desde un punto de vista integral, en el curso Postre realistas de frutas, dictado por el cocinero Damien Wager, aprenderás a hacer platos que en apariencia parecen frutas pero en realidad son postres que contienen distintos sabores y matices:
- Avellana: un fruto seco como este con sus tonos y colores y un interior de praliné de avellanas y chocolate en distintos sabores y texturas.
- Manzana verde: en apariencia una fruta con buen color y muy apetitosa hecha con tres ingredientes base: manzana, sidra y vainilla.
- Limón de fresa: apariencia de limón pero sabor de fresas al morder, se hace una ganache de limón y fresas con el que conseguirás un postre refrescante y sorprendente.
- Fresa de cacao: aspecto de fruta con un contenido dulce y adictivo para los chocolateros, un postre delicioso en cualquier época del año.
En resumen, si te gusta experimentar en la cocina para sorprender a tu familia o eres repostero profesional, hacer trampantojos como los que enseña Wager puede ser muy interesante para ti. Disfruta del placer de cocinar para los demás y mejora tus técnicas en la cocina.
