Que sí, que con lo defensores que son los italianos de su gastronomía, pretender establecer un paralelismo entre su pizza y la de cualquier otro país o región es simplemente un atrevimiento…
Pero es que, precisamente, por la labor histórica que han hecho ellos, los italianos, de exportar su comida allá donde migraban, es que su cocina es una de las más consumidas en el mundo; y la pizza, la pizza quizás el plato más popular del globo terráqueo.
Esto ha hecho que esta delicia a la que nadie se resiste haya evolucionado y siga haciéndolo con características muy marcadas en algunos países. Si no, pregúntale a los argentinos por su pizza, o a los estadounidenses de Nueva York, Detroit o Chicago.
Los del norte de América presumen de sus pizzas, alaban el sello distintivo que tiene cada una y lo dan a conocer, como hace Laura Meyer, una chef californiana que ha sido campeona varias veces por su pizza y que regenta su propio negocio en California:
En este post vamos a explicarte qué distingue una pizza italiana de una estadounidense y cuáles son sus características particulares.
La pizza italiana
Si eres chef o aficionado a la cocina mediterránea ya sabrás que los estilos de pizza italianos más conocidos son el napolitano y el romano. El primero también tiene el honor de ser el lugar donde nació la pizza tal y como la conocemos hoy (base de harina con salsa de tomate, queso y albahaca encima: la pizza Margarita) y ambos tienen en común que la masa se hace con pocos ingredientes, es delgada y se cocina en horno de leña.
La pizza napolitana tiene el borde (cornicione) grueso y el centro delgado, hecha en horno de leña durante 1 minuto aproximadamente a 450-500º C, con zonas incluso carbonizadas por la cocción y ese gusto delicioso a ahumado. La masa se prepara con agua, harina, sal y levadura. Su tamaño suele ser de 35 cm de diámetro.
La pizza romana es delgada también pero más crujiente, para lograr esto tiene un horneado más largo, de 3 minutos aproximadamente y una temperatura más baja, 250-300º C.
También existe la pizza al taglio o la pizza siciliana, pero los dos anteriores son los más conocidos.
La pizza estadounidense
La pizza, como ya señalamos al principio, la llevaron los emigrantes italianos a Estados Unidos, donde fue tomando personalidad propia en poblaciones como New York, Detroit o Chicago, que incluso rivalizan en cuanto a sus pizzas. No obstante, coinciden en ser pizzas con una harina mucho más gruesa que la italiana, con cocciones más lentas y más bajas (260-280º C), salsas más especiadas y más cantidad de ingredientes.
Pizza New York
Es la más fina de las que nombraremos en este apartado, aunque sigue siendo más gruesa que la italiana, “está hecha para ser doblada, para poder caminar en la calle con ella… se puede agrietar porque es un poco crujiente pero nunca se romperá”, señala la chef.
Pizza Detroit
Laura Meyer explica que el surgimiento de esta pizza va de la mano con la industria del automóvil, tan importante en el desarrollo de la zona. Las bandejas que se empleaban para limpiar las herramientas en todas las fábricas luego se iban a casa y fueron las que se emplearon para hacer la pizza. Además, “lo que hace única a la pizza de Detroit es ese borde de queso caramelizado” para el que se usa el llamado brick cheese, muy parecido al mozzarella italiano.
Pizza Chicago
Conocida como deep dish pizza, es una pizza gruesa hecha en bandejas con borde alto, como si fuera una especie de quiche. Lleva mucho tomate, queso mozzarella y se remata con diversos ingredientes, sobre todo pepperoni.
Diferencias entre la pizza italiana y la pizza estadounidense
Masa
- La masa de la pizza italiana es delgada y aireada, con textura suave y a veces burbujas; lleva pocos ingredientes: harina, agua, sal, levadura y a veces aceite de oliva.
- La pizza estadounidense siempre es más gruesa, sobre todo las de Chicago y Detroit. También puede llevar más levadura y grasa en su composición.
Salsa
- El principio en Italia es que la salsa no tape el sabor del resto de ingredientes. Se hace con pocos elementos y tomates preferiblemente de San Marzano.
- En U.S.A. la salsa se elabora con más especias, y Laura Meyer apunta que hay una tendencia a ponerla después de hornear la pizza para conseguir más sabor a tomate y, al quitar algo de humedad, obtener una corteza más crujiente alrededor del borde.
Queso
- Por supuesto, en Italia el rey de la pizza es el queso mozzarella fior di latte en cantidades moderadas.
- En Estados Unidos el queso más empleado es el mozzarella en grandes cantidades hasta llegar a cubrir incluso toda la pizza.
Tamaño y forma
- Por lo general en Italia la pizza tiene un tamaño individual, de unos 30 cm y tiene forma redonda, a menos que sea la pizza al taglio.
- En el país americano las pizzas suelen ser más grandes, bien sea redondas cortadas en triángulos o rectangulares cortadas en cuadrados.
Cocción
- El horno de leña es lo que más caracteriza a la pizza italiana bien hecha, a una temperatura de 450-500º C y cocinada en tiempos cortos de 1-2 minutos.
- La pizza estadounidense se hace en hornos de gas o eléctricos, y se cocina a 200-260º C durante más tiempo.
Elegir el estilo de pizza que más te guste es una cuestión muy personal. Puedes disfrutarlos todos, incluso atreverte con la pizza con piña que los italianos no pueden ni ver y que es tan popular en U.S.A., o la pizza con patatas fritas encima que los de Italia suelen comer en su infancia y fuera del país llama bastante la atención.
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