Introducción
La fruta es un ingrediente vivo, cambiante, cargado de aroma, color y textura. Usarla en su mejor momento no solo potencia su sabor, sino que también respeta los ciclos naturales y mejora la sostenibilidad de tu cocina. ¿Sabes qué fruta elegir cada estación y cómo transformarla en un postre memorable?

¿Cómo aprovechar cada estación para crear postres únicos?
Primavera: frescura y acidez
Fresas, cerezas, ruibarbo y nísperos marcan el inicio de la temporada frutal. Ideales para tartaletas, compotas o postres en vaso, su perfil ácido refresca y despierta el paladar. Acompáñalas con cremas ligeras o bases crujientes.
Ejemplo inspirador: Tiramisú de fresas con bizcocho de té verde.

Verano: dulzura, color y jugosidad
Melocotones, albaricoques, higos, sandía, melón, ciruelas y frutas tropicales como el mango o la piña ofrecen máxima intensidad. Úsalas crudas, asadas, en sorbetes o como relleno de masas hojaldradas. Su alto contenido de agua las hace ideales para climas cálidos.
Ejemplo inspirador: Helado de plátano con salsa de mango y lima.

Otoño: texturas densas y sabor reconfortante
Manzanas, peras, uvas, granadas, caquis y membrillos invitan a postres horneados, cremosos o infusionados. Es la estación de las tartas tibias, crumbles y frutas cocidas al vino o al caramelo.
Ejemplo inspirador: Tarta tatin de pera con especias y crema de vainilla.

Invierno: menos variedad, más creatividad
Cítricos, kiwi, manzana tardía y frutos secos toman protagonismo. Los cítricos brillan en curds, gelatinas, bizcochos o salsas ácidas que equilibran la grasa de cremas y chocolates. La manzana se reinventa en compotas y rellenos suaves.
Ejemplo inspirador: Cake de naranja confitada con chocolate negro.

Consejos para sacar el máximo partido
- Compra local y observa el punto de maduración: más sabor y menos transporte.
- Aprende técnicas de conservación: frutas escalfadas, confitadas o fermentadas alargan su uso.
- Juega con contrastes: dulzor natural de la fruta + ácido, salado o amargo para lograr complejidad.
- Piensa en textura: crudo, asado, cremoso, crujiente… combina capas para enriquecer la experiencia.
- Aprovecha el desperdicio cero: pieles para infusiones, corazones para gelatinas, huesos para aromatizar siropes.

¿Quieres seguir aprendiendo?
Con tu suscripción a Scoolinary, tendrás acceso ilimitado a más de 360 cursos en cocina, repostería, panadería y más. Aprende a tu ritmo, desde casa, con chefs de renombre y recetas con historia.
👉 Explora todos los cursos en Scoolinary.com