Según un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada español tiró a la basura una media de 31 kilos/litros de comida y bebida en 2020. La cifra no difiere mucho de la de 2019.
Estos números representan un problema por diferentes motivos: por el daño que se le hace al medioambiente, despilfarrando sus recursos; y por el desperdicio de dinero comprando alimentos que luego no se usan, o pidiendo platos de más cuando visitamos un restaurante.
Por todo esto, en los últimos años la cocina de aprovechamiento (trash cooking) ha ido ganando adeptos que la están aplicando en sus casas. Aún estamos a mucha distancia de ponerla en práctica en todos los hogares, por eso es necesario darla a conocer y difundir sus beneficios. No obstante, es una técnica que se emplea desde hace mucho.
La cocina de aprovechamiento (trash cooking) surgió en épocas de escasez de alimentos. Es fundamental para evitar tirar comida a la basura, con las consecuencias que esto genera en el mundo que nos rodea y en nuestro bolsillo.
Y es que, como dice Ana Parellada, gastrónoma y profesora de Scoolinary, “poco podemos influir en el despilfarro que se produce a lo largo de la cadena alimenticia, pero sí tenemos la capacidad de cambiar el modelo económico para que este despilfarro sea menor”.
Podemos seguir comiendo las preparaciones que nos gustan y disfrutar de nuestros platos, la diferencia será que al aplicar esta técnica verás enseguida el ahorro que obtendrás. Para lograrlo, tienes que comenzar con una buena planificación.
Primer paso en la cocina de aprovechamiento: planificar el menú
Ana Parellada es experta en el tema. Lo primero que recomienda para empezar a aplicar la cocina de aprovechamiento es planificar un menú semanal. Este debe seguir una serie de parámetros a fin de evitar tirar el dinero:
- Programar menús con productos de temporada.
- Incluir todos los grupos alimenticios que necesita el organismo para hacer una planificación saludable.
- Pensar platos con un producto principal y un complemento que incluyan diferentes técnicas de cocción: horno, plancha, hervidos, etc.
- Organizar fondos de reserva o precocciones que te permitirán ahorrar tiempo a la hora de elaborar. Establece un día fijo para hacer las bases de las recetas, de esta forma podrás ensamblar platos en 5 minutos antes de cada comida.
Segundo paso en la cocina de aprovechamiento (trash cooking): la compra
Una vez ideado y establecido el menú, lo siguiente que debes hacer es planificar la compra. La lista debe ser detallada e incluir todo lo que necesitas. Toma en cuenta la estacionalidad de los productos, así como las ofertas que puedas encontrar.
Compra una vez al mes los productos secos o de almacén (arroces, pastas, aceites, etc.), y una vez a la semana adquiere frutas, verduras y carnes. Los pescados es mejor tenerlos al día ya que son un producto más perecedero.
Si compras mucha cantidad de un ingrediente, divídelo en porciones, envásalo y congélalo para su mejor conservación. No te olvides de las etiquetas al guardar, así podrás ir consumiendo primero los que tengan la fecha más antigua.
El congelador es un gran aliado contra el despilfarro, “es como un joyero donde guardamos nuestros tesoros”, afirma Parellada. Por este motivo no debes tener miedo a congelar tus alimentos si lo haces correctamente.
Por último, y aunque parezca obvio, es fundamental tener la nevera siempre ordenada para saber todo lo que guardas en ella. Una vez a la semana haz una limpieza exhaustiva.
Lo siguiente ya será ponerse a cocinar. El resultado de practicar todos estos consejos será que gastarás solo en lo que comes y no más, poniendo tu granito de arena para evitar la sobreproducción de alimentos y reduciendo la contaminación.
Si quieres aprender todo sobre cocina de aprovechamiento (trash cooking) y saber recetas para aplicar esta técnica en tu vida cotidiana, en el curso de Ada Parellada Zero Waste: Organización y Aprovechamiento en la Cocina, conocerás todos los detalles que necesitas, además de unas cuantas recetas sabrosas y saludables.