¿Y si el falafel pudiera ser mucho más que una bola frita con hummus?
Este clásico de la cocina de Oriente Medio lleva siglos conquistando paladares por su sabor, textura y versatilidad. Pero en manos creativas, el falafel ha dejado de ser un simple snack callejero para convertirse en protagonista de platos contemporáneos: desde propuestas de alta cocina hasta bowls saludables o finger foods veganos.
En este artículo, exploramos cómo reinterpretar el falafel en contextos gastronómicos modernos, sin perder su esencia, pero potenciando su impacto visual, nutricional y culinario.
¿Cómo usar el falafel más allá del clásico pita con hummus?
Un ingrediente con historia… y mucho potencial
Originario de Egipto o del Levante, según la fuente, el falafel se elabora tradicionalmente con garbanzos o habas, hierbas frescas, especias y una fritura dorada que le da su textura característica. Pero lo que lo hace único no es solo su sabor, sino su capacidad de adaptación.
Al ser vegetal, económico, saciante y rico en proteína vegetal, el falafel se ha convertido en símbolo de cocina sostenible y creativa.
Bowls con identidad
Los buddha bowls y mezze bowls son una tendencia consolidada. El falafel encaja perfectamente como fuente de proteína vegetal, acompañado de couscous especiado, remolacha encurtida, yogur vegetal con tahini, microgreens o zanahorias asadas con za’atar.
Un plato equilibrado, colorido y de alto valor gastronómico.
Mini falafels como finger food gourmet
¿Y si sirves pequeños falafels sobre chips de berenjena o tostadas de pan plano con una crema de ajo asado?
Perfecto para caterings, aperitivos o eventos donde el concepto vegetal y sabroso tiene protagonismo.
Falafel reinventado en tacos o bao buns
Fusionar cocinas es otra forma de innovar. Imagínate un bao bun con falafel, pepino encurtido y salsa de yogur con menta.
O un taco con falafel crujiente, pico de gallo y crema de aguacate. Lo vegetal se vuelve global.
Platos de carta con falafel como estrella
Restaurantes con carta plant-based ya están usando el falafel como base para platos más elaborados: falafel con cremoso de coliflor ahumada, falafel en salsa de tomate especiado al estilo shakshuka, o incluso falafel de remolacha con yogur de anacardos.
La clave está en la textura perfecta y una presentación cuidada que eleve el plato.
Postres y bebidas que maridan con falafel
¿Sabías que muchos menús contemporáneos integran el falafel en rutas sensoriales completas?
Una limonada con hierbabuena, un labneh de postre o un pastel de sémola pueden redondear una experiencia 100 % Oriente Medio con toque moderno.
Recursos para aprender más
Cocina Libanesa con el chef Joe Barza
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