¿Has oído hablar de la filosofía zero waste en la cocina? Este término, traducido como «cero residuos», da nombre a la práctica que tiene como objetivo reducir lo máximo posible los desperdicios generados a la hora de comprar y cocinar. Sin duda, un buen hábito que tenían nuestras abuelas y que con los ritmos de vida y consumo actuales estamos perdiendo.
Esta filosofía es beneficiosa tanto para el medio ambiente como para nuestro bolsillo, ya que una de las principales cuestiones que nos plantea es pensar en nuestras necesidades al realizar la compra y tomar decisiones responsables, reduciendo así el consumo de productos que acaban innecesariamente en el cubo de la basura.
Además de la reducción de envases de plástico y el reciclaje, hay otro pilar básico en el zero waste que consideramos muy importante: el aprovechamiento de los alimentos. Por ello, en el artículo de hoy te contamos cómo alargar la vida útil de los alimentos y conservarlos de manera idónea para evitar desperdicios. Vamos al lío.
Etiqueta y organiza bien la nevera
Lo mejor es congelar aquellos alimentos perecederos que no vayas a consumir en los días próximos a su compra, como la carne y el pescado. Si eres de los que planea el menú y cocina para toda la semana, el congelador también será tu mejor aliado. Eso sí, para que todo se mantenga en buen estado hay que tener en cuenta algunos detalles.
A la hora de guardar los alimentos en la nevera o en el congelador es importante utilizar bolsas o recipientes transparentes, y sobre todo… etiquetar. Esto te llevará muy poco tiempo y asegurará que a simple vista puedas reconocer cualquier alimento o preparación, evitando así confusiones a la hora de descongelar.
Además del etiquetado es fundamental mantener un orden para alargar la correcta conservación de cada alimento y evitar contaminaciones entre ellos. Lo idóneo es no sobrecargar de productos la nevera, asegurarse de que estén envueltos individualmente y evitar el desperdicio de frío y los cambios de temperatura abriendo continuamente la puerta de la nevera o congelador.
La mejor ubicación para la carne y el pescado son las partes más bajas y hacia el fondo de la nevera. Las frutas y verduras se pueden colocar en los cajones pensados para ello. Y los lácteos y huevos, al contrario de lo que solemos pensar, es mejor que no vayan en la puerta de la nevera, ya que es la parte más sometida a cambios de temperatura.
Envasar al vacío y deshidratar
El vacío es una buena opción para conservar los alimentos durante mucho más tiempo ya que al sacar el aire se retrasa la oxidación y la proliferación de microorganismos. Podemos realizar un envasado al vacío de manera casera bastante efectivo introduciendo la bolsa con el alimento en un recipiente amplio con agua; la presión de ésta eliminará el aire y acto seguido podemos cerrar la bolsa (sin que el agua entre en su interior, claro).
Pero hay un problema con esta técnica… Sí, el uso excesivo de bolsas de plástico. La alternativa que te proponemos es usar bolsas de silicona herméticas reutilizables, hacen un efecto muy similar al vacío y no generan residuos.
Otra opción interesante es la deshidratación. Con esta técnica no solo se conservan los alimentos durante meses o años, sino que no pierden ninguna propiedad, se concentra su sabor y se reduce espacio de almacenamiento. Lo mejor para hacer snacks saludables con tus frutas favoritas y tenerlos siempre a mano.
Otros trucos
El aceite y el limón son productos de consolidado prestigio en el mundillo de la conservación. Añadir alguno de ellos por encima de un producto abierto creará una película que ayudará a mantenerlo en buen estado durante más tiempo, evitando su oxidación.
También debes saber que las manzanas y los plátanos tienen un gran poder anticonservante. Son las frutas que desprenden más etileno, el compuesto que acelera la maduración. Por tanto, mantenerlas alejadas del resto de frutas y verduras alargará el tiempo de conservación de todas ellas.
Todo lo que tiene que ver con el correcto aprovechamiento de los alimentos es una asignatura obligatoria a la hora de aprender hostelería profesional y cada vez son más los profesionales implicados en ello. Este es el caso de Ada Parellada, profesora del Curso de Zero Waste: Organización y Aprovechamiento.