Forma parte de nuestra dieta diaria desde la infancia, sobre todo en los dos grandes formatos en que la consumimos: la fruta entera como aperitivo y el aceite de oliva tan característico de nuestra dieta mediterránea.
Las olivas o aceitunas son un alimento importante dentro de nuestros hábitos, están en cualquier reunión acompañando la bebida, naturales o aliñadas, con hueso o sin él, verdes o negras; y luego consumidas en aceite en casi cualquier comida que cocinamos o aliñamos.
Pese a esto, muchos emplean uno de los dos términos para nombrarla -principalmente aceituna- y desconocen si la otra palabra se refiere al mismo fruto.
Hoy 26 de noviembre es el Día Mundial del Olivo, el árbol de la fruta de la que estamos hablando, una celebración establecida en el año 2019 por la UNESCO para reconocer su valor como símbolo universal de paz, sabiduría, armonía, y como elemento unificador en las diferentes culturas desde hace siglos.
Por este motivo vamos a aprovechar la fecha para esclarecer las posibles diferencias entre las aceitunas y las olivas. Sigamos.
¿Hay diferencia entre oliva y aceituna?
Quizás te hayas hecho esta pregunta alguna vez. Te damos la respuesta y luego te explicamos: no.
Ambos términos se emplean para el mismo fruto, el que produce el árbol del olivo. Y quizás es cierto que la confusión se deba al nulo parecido que hay entre las dos palabras, muy diferentes gramática y fonéticamente hablando.
El detalle está en la etimología, y proviene de la herencia que han dejado los diferentes pueblos, con sus idiomas, que han pasado por la península ibérica, y que nos han legado una lengua rica y variada con la mezcla de vocablos en una misma familia de palabras.
La oliva
El término oliva es latino y surge del árbol que lo produce, cuyo nombre proviene del latín con referencias del griego, olea europaea. Asimismo, oleum significa aceite y en el español ha derivado en palabras como oliva (el fruto), olivo (el árbol), olivar (el terreno donde crecen los olivos) y óleo (aceite de origen vegetal), por nombrar algunos. Además, también ha influido en otras lenguas como el inglés (oil), el italiano (olio) o el francés (huile).
La aceituna
El vocablo aceituna, por su parte, tiene un origen árabe, gracias a los ocho siglos en los que gobernó este pueblo en la península. El árabe clásico nos dejó la palabra zaytūnah que en el árabe hispánico se convirtió en azzaytúna y luego derivó en aceituna. De la misma forma, el término aceite proviene del árabe hispánico azzáyt y a su vez del árabe clásico azzayt.
Como ves, la huella latina y árabe están presentes, sobre todo cuando hablamos de aceite de oliva, nombre en el que ambas herencias coinciden, lo cual también ayuda a una pronunciación más agradable que si dijéramos aceite de aceitunas.
Lo cierto es que esta es una de nuestras frutas más importantes, de origen mediterráneo, con una historia que se remonta a 6000 años, por eso es útil que conozcamos todo lo que podamos sobre los temas que le conciernen. Y disfrutarla, por supuesto.
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