Las galletas de jengibre son un clásico entre los clásicos universales de la gastronomía dulce de Navidad. Difícil resistirse a su potente y cálido aroma, y tentadoras hasta para decorar el árbol, son muchísimo más fáciles de hacer de lo que puedas pensar. ¡Y perfectas para traer a toda la familia a la cocina!
Así que te animamos a organizar una tarde de galletas: preparar la masa es sencillo, en la fase de decoración puedes dar rienda suelta a tu creatividad y, si no las has probado, te sorprenderán. ¡Nosotros ponemos la receta!
En este vídeo puedes ver parte de la elaboración de estas galletas de jengibre que la maestra postrera Joanna Artieda ha preparado para ti en nuestro Curso de Postres Navideños del Mundo, entre otras nueve videorrecetas de repostero con titulación para hacer un completísimo recorrido por el lado más dulce y navideño del planeta.
Pan, monigotes, casas, árboles… ¡y especias, especias, especias!
Las masas dulces aromatizadas con jengibre (y otras especias) son parte integrante de la cultura gastronómica del norte de Europa (aunque resulta que les enseñó a hacerlo un monje armenio en el siglo X, mira tú que cosas), si bien se hayan hecho también infinitamente populares en Norteamérica.
A lo largo del tiempo y del espacio, estas masas han evolucionado y han tomado forma de pan de especias, como en Francia, o de galleta en sus estilos más variados (como la speculoos belga, la Lebkuchen alemana o el pan de Torun polaco). Pero la versión “típica” es más humilde y adopta tres formas totalmente reconocibles, que son las de monigote, casa y árbol.
Eso en cuanto a la forma. En cuanto al fondo, la característica esencial de estas galletas es su marcado sabor a especias. Estas especias pueden variar bastante, pero el cuarteto básico de jengibre, canela, nuez moscada y sal no suele fallar (y se le suelen unir con frecuencia cardamomo, pimienta, clavo y anís).
Ingredientes
La lista puede variar un poco en función de las distintas tradiciones gastronómicas, la disponibilidad de ingredientes y las preferencias del repostero (distintas especias, miel o melaza, el tipo de sal, etc.). Esta es una versión muy accesible para 20 galletas de tamaño medio, como las que se hacen en Norteamérica.
- 300 g de harina de fuerza media
- 200 g de azúcar glas
- 50 g de azúcar moreno
- 140 g de mantequilla
- 8 g de impulsor
- 1 huevo
- 75 g de melaza o miel de caña
- 6 g de jengibre fresco rallado
- 6 g de canela en polvo
- 3 g de nuez moscada rallada
- 4 g de sal
Preparación
La elaboración de las galletas de jengibre requiere pocos pasos, y si los sigues adecuadamente no tendrás ningún problema.
- Trabajamos la mantequilla en pomada junto con las especias.
- Incorporamos los elementos secos: azúcar glas, harina e impulsor, tamizados.
- Añadimos el azúcar moreno, la miel, el huevo y la melaza. El resultado es una masa bastante untuosa y algo pegajosa.
- La extendemos con rodillo hasta dejarla de un espesor de 5-10 mm. Conviene que la masa esté algo dura para poder troquelar con facilidad, así que podemos llevar a la nevera durante dos horas aproximadamente.
- Troquelamos con los moldes que prefiramos (y aprovechamos el excedente estirándolo de nuevo). Si queremos colgar nuestras galletas, es el momento de marcar un agujerito en la parte superior con una pajita.
- Horneamos a 180 oC durante 10-12 minutos.
- Decoramos con glasa. Para hacer la glasa, ponemos en un bol 200 g de azúcar glas y añadimos poco a poco 70 ml de agua mineral, mezclando con las varillas hasta que la mezcla sea espesa y homogénea. Podemos usar una manga con boquilla fina para dibujar los motivos que prefiramos.
¡No renuncies nunca al sabor!
Si estas galletas te han abierto el apetito por las especias, ¡no te cortes! Pero si lo que pasa es que te han dado ganas de ponerte a hacer galletas sin parar, ¡aquí tienes unas cuantas ideas!
