Cada vez se habla más de ella. La kombucha es una bebida milenaria nacida en Oriente y que en los últimos años ha ido ganando mayor fuerza en el mundo occidental por sus beneficios para la salud, ¿la conocías?
Qué es la kombucha y qué es el SCOBY
“Para entender la kombucha debemos comenzar por explicar qué es el SCOBY de la kombucha”, puntualiza Roberto Ruiz, chef y profesor de Scoolinary. La palabra SCOBY es un acrónimo en inglés que significa Simbiotic Culture Of Bacteria and Yeast.
El SCOBY “es la simbiosis entre bacterias y levaduras que están actuando como un ecosistema único”, añade Ruiz. Es el que se encarga de fermentar el mosto que se convertirá en kombucha. Cada SCOBY es un ecosistema cerrado “como si fuese un bosque”, y ese ecosistema convierte el azúcar en ácido o en alcohol.
Físicamente, el SCOBY es una capa de celulosa preparada previamente con agua, azúcar y té, y es lo que se pone en el mosto para transformarlo en kombucha.
El proceso de preparar kombucha
Como ya dijimos, la kombucha se hace con agua, azúcar, té y la celulosa que es el SCOBY. En cuanto a las medidas, la estándar para 3-5 litros se compone de:
- 1 litro de agua.
- 65 gramos de azúcar.
- 3-4 gramos de té por litro de agua.
Esto puede variar dependiendo del volumen a preparar. Cuanta más cantidad hagas puedes ir bajando la cantidad de azúcar y té.
Una vez tengas el mosto, toca alimentarlo con el SCOBY. La cantidad que debes poner es de 250 gramos por 1 litro del líquido aproximadamente, a 20º C, que dejarás fermentando. Normalmente, después de dos semanas, o 12-20 días, dependiendo de la temperatura, se pausa el proceso poniendo en frío el líquido para que los microorganismos dejen de comerse los azúcares.
Hecho esto, lo siguiente es aromatizar y carbonatar si lo deseas. Una kombucha bien preparada debe tener un sabor parecido a una sidra sin alcohol, si el gusto es muy avinagrado estará un poco pasada, pero puedes emplearla para otras cosas que no sean un refresco, como hacer un vinagre o encurtidos.
Por qué la kombucha es buena para nuestro organismo
Si hay una razón por la que la kombucha sea cada vez más consumida es por lo beneficiosa que resulta:
- La primera causa radica en nuestro sistema digestivo. La kombucha es una bebida probiótica, presenta microorganismos que actúan en el proceso de fermentación, microorganismos parecidos a los que tenemos en nuestra flora intestinal, favoreciendo la digestión y el buen estado del sistema digestivo, además de ayudar a eliminar gérmenes perjudiciales.
- Tiene propiedades antioxidantes, esto es, previene o retrasa posibles daños en las células, por lo que es útil para el sistema inmunológico.
- Aporta vitaminas B y C, y minerales como hierro, zinc, cobre y manganeso.
- Favorece el funcionamiento de los riñones ayudándolos a desechar los compuestos tóxicos.
- Es una bebida diurética y con poco aporte calórico, lo que la convierte en un refresco saludable y mucho más sana que los refrescos industriales.
- Mejora el colesterol bueno, el HDL; y el malo, el LDL. Si la kombucha está hecha con té verde se incrementará este beneficio ya que este tipo de té tiene mayores propiedades antioxidantes.
Existen otros beneficios que se le adjudican pero aún faltan más estudios que comprueben su eficacia. Lo que sí es cierto es que se trata de una bebida que ayuda a nuestro organismo a mejorar su trabajo diario.
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