También denominada tortilla de patata para extranjeros, esta jugosa receta tan sencilla (¡y tan difundida por las redes sociales!) fue creada por el polifacético cocinero y fotógrafo madrileño Sacha Hormaechea.
En exclusiva para Scoolinary, Clara Villalón, cocinera y experta en gastronomía, incluye la Tortilla vaga de Sacha en su curso online Tortilla española, incorporando algunas variaciones a la receta original de Sacha, pero igualmente deliciosas. ¡Vamos a ver el paso a paso para prepararla!
Receta de Tortilla vaga de Sacha
Ingredientes
– 1 patata grande
– 2 huevos camperos
– 2 yemas de huevos camperos
– Aceite de oliva virgen extra abundante
– Piparras encurtidas
– Sal y pimienta
– 50 g butifarra blanca (embutido) cortada muy fina (sustituye a la morcilla que suele utilizar Sacha).
Preparación
– Cortar la butifarra en láminas muy finas.
– Pelar la patata y cortarla también en láminas muy finas. Salar al gusto.
– Mezclar los huevos camperos con las yemas. Sazonar.
– Calentar abundante aceite de oliva virgen extra caliente y freír en él las patatas estilo chips, para que queden crujientes, pero no demasiado. Cuando empiecen a estar doradas, retirar sobre un papel absorbente con la ayuda de una espumadera. Tener precaución de que queden solo ligeramente crujientes, no excesivamente doradas.
– Mezclar los huevos con esas patatas, machacarlas ligeramente y calentar una sartén al fuego con un poco de aceite de oliva.
– Cocinar la tortilla solo por un lado, para que quede por encima una capa de huevo poco hecho.
– Sin revolver, poner las láminas de butifarra cortada muy fina por toda la tortilla, a modo de pizza. Aprovechamos el calor residual de la tortilla para atemperarla. Cocinar durante 2-3 minutos.
– Terminar con unas piparras puestas por encima, al más puro estilo Sacha.
¿Por qué se le llama tortilla vaga?
A estas alturas, vista la sencillez de la receta, no hacen falta muchas más explicaciones. A esta tortilla no hace falta darle la vuelta en ningún momento, solamente se cuaja por debajo. De ahí el simpático nombre que la ha hecho famosa en España e incluso a nivel internacional.
Puede parecer una idea tonta, pero no lo es. De hecho, funciona a la perfección. Además, dar la vuelta a la tortilla siempre es una labor difícil para cualquier principiante.
Sin duda, su enorme sencillez es el motivo fundamental por la que esta tortilla es tan recreada y forma parte de tantos menús. Cuesta poco esfuerzo, pero la Tortilla vaga de Sacha nos brinda un huevo jugoso y una exquisita combinación de sabores.
Un poco de historia
Cuenta Sacha Hormaechea que esta tortilla fue un encargo que le hizo el arquitecto Rafael Moneo, que buscaba una tortilla al estilo de las que cocinaba su abuela. Así que ideó una tortilla a la que no se diera la vuelta, que se cuajara por una parte, pero que en la otra quedara menos hecha. De esta forma, combinaba el sabor de la tortilla y el del revuelto en un mismo plato.
¿El resultado? Una especie de pizza de huevo que puedes completar en su parte superior con lo que más te apetezca. Puerro, morcilla, piparras, butifarra (como la receta que nos ha presentado Clara Villalón), cecina, boletus… hay restaurantes que la completan con gamba roja, gambas al ajillo, con anguila ahumada e incluso fruta de temporada. Todo es cuestión de poner la creatividad a funcionar.
Al final una receta tan simple se convierte en una preparación de lo más versátil.
Descubre esta y otras tortillas en este curso
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