¿Se acerca una celebración importante? Bueno, siempre hay alguna a la vuelta de la esquina… ¿O te apetece darte un capricho en petit comité? Claro que sí, ¡te lo mereces! Por si no lo has pillado, lo que queremos decir es que cualquier momento es bueno para disfrutar de un vino de calidad. ¿Preparado para la cata de denominaciones de origen?
Y otra cosa a lo mejor no, pero vino bueno, en España, el que quieras. Esto no quiere decir que allende nuestras fronteras no lo sea o que no merezca la pena conocerlo, probarlo y beberlo. Pero, por una cuestión de proximidad (y porque nos gustan, qué rayos), en este texto te hablamos de una selección de D. O. españolas de vino que no puedes dejar de conocer.
Para ampliar tus conocimientos en sumillería online, en especial sobre los caldos de la piel de toro, te recomendamos muy mucho el Curso de Vinos Españoles de Ferrán Centelles. Aquí encontrarás un completo recorrido geográfico por las diferentes regiones vinícolas españolas, conocerás sus características y un montón de denominaciones de origen distintas.
El panorama de las denominaciones de origen del vino español
Lo primero, vamos a situarnos un poco. Empezamos por definir lo que es una denominación de origen, y nos quedamos con la de la CECRV: es un sello de calidad “que identifica un producto originario de un lugar determinado, cuyas características se deben a ese medio geográfico y sus factores naturales y humanos, y cuyas fases de producción tienen lugar en la zona.
En España hay nada menos que 99 denominaciones de origen protegidas (DOP). De ellas, 70 son D. O. en sentido estricto, otras 20 son calificadas como Vinos de Pago (VP) y otras 7 como Vinos de Calidad (VC); además, hay dos DOCa (Denominación de Origen Calificada). En este mapa interactivo las encuentras fácil y rápido. Eso aparte de otras 42 IGP…
Ah, una cosa, antes de ir más lejos: que nadie se ofenda, el listón está altísimo y esto es cuestión de gustos, pero es que no pueden estar todas las que son por una sencilla cuestión de espacio. Dicho esto, ¡vamos con nuestra selección de denominaciones de origen de vinos en España!
Priorat: el poder del relato
Junto a Rioja, una de las dos DOCa españolas; y, sin desmerecer al gigante castellano, tenía que estar a la cabeza de nuestra lista. Una DO con nueve pueblos, doce zonas, 109 bodegas y un alma cartuja. Tiene un marcado aire mediterráneo, con viñas en pendiente y muy poco productivas. El consejo regulador establece las variedades garnacha y cariñena como “el ADN del Priorat” y reconoce siete tipos de vino.
Toro: muy… muy Toro
Esto sí que es un vino con personalidad. Dice el consejo regulador que en Toro y aledaños hacen vino tinto, y no otro (bueno, algo de rosado y blanco hay). Intenso, casi masticable pero elegante, y no de otra manera. Con tinta de Toro, y no con otra uva (bueno, malvasía y verdejo en el blanco, en el rosado se les puede caer un poco de garnacha). Pero vamos, que si buscas carácter, aquí sobra.
Ribeiro: un blanco que emociona
En la viña del Señor tiene que haber de todo. Sí, también vinos blancos que sean capaces de enamorarnos por su estructura y su riqueza de matices. El consejo regulador enarbola la treixadura como variedad insignia de este vino elaborado en torno a Ribadavia por adegas y colleiteiros. Peeero elaboran cinco categorías, y mucho cuidado con menospreciar el tinto, el tostado y el espumoso.
Jumilla: la monastrell por bandera
¿Sabes ese paisano de pueblo del que se ríen (y se aprovechan) todos, pero que luego vale más que nadie? Pues ese es el Jumilla, un vino de esos “para dar color”, con mucho grado y poca consideración… Hasta hace un par de décadas. Hoy, su consejo regulador, formado por 1800 productores y 40 bodegas, está entre los más respetados del país; y ojito con su primo el de Bullas.
Bierzo: ¿el gran desconocido?
Esta privilegiada comarca (capital vinícola, Cacabelos) tampoco anda escasa de vinos de calidad. Su amable microclima se nota, y el terruño se encarga del resto. Según su consejo regulador, son 1110 viticultores (aquí se lleva el minifundio) y 74 bodegas trabajando mencía, garnacha tintorera, godello, doña blanca y palomino como pocos para parir siete tipos de vino situados con justicia entre los mejores del país.
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