A todos nos ha pasado, estamos en un restaurante comiendo, llega el momento de los postres y no tienes hambre ya, pero ves al camarero que lleva a otra mesa un dulce con una presentación y unos tonos tan apetecibles que terminas pidiéndolo. Así es el poder de los colores en la pastelería.
Percibimos a través de los sentidos. Y a la hora de comer la vista es uno de los factores más estimulantes al elegir lo que queremos.
Un estudio realizado por la empresa Sensient, fabricante de colores y sabores para comidas y bebidas, comprobó que los colores más intensos y brillantes aumentan un 5 % la intención de compra del consumidor y explica las dos razones principales:
- Un color más brillante se asocia a más sabor.