Son el producto estrella de cada otoño a nivel gastronómico, aunque cada estación del año tiene las suyas. Las setas ofrecen tal variedad de opciones en su universo que por lo menos un tipo de ellas te gusta.
De sabor delicado o más intenso, fragancia penetrante o sutil, textura melosa o un poco más dura, las setas constituyen un ingrediente delicioso con apenas acompañamiento o formando parte de una receta. Y además disponen de unas cuantas propiedades beneficiosas para tu salud.
Las ventajas de comer setas
Ya sabes que el mundo fungi es amplísimo. Los hongos son seres vivos cuyo órgano reproductor son las setas, y de ellas, es un grupo el apto para el consumo humano, ¿sabías que fue de un hongo de la familia de los penicilium, el Penicilium notatum, que se extrajo el medicamento más importante de la historia?
El investigador Alexander Fleming descubrió la penicilina en 1928 con la que se desarrollaron los antibióticos, el fármaco que salvó de la muerte a millones de personas de distintas enfermedades que se consideraban incurables.
Trasladándonos a un ámbito más cotidiano, las setas ofrecen unos cuantos beneficios para la salud, además del inmenso disfrute gastronómico que representa saborearlas. Estos son algunos de ellos:
- Son abundantes en agua y proteínas de alta calidad.
- Su aporte calórico es mínimo.
- Son ricas en hierro, fósforo, magnesio, yodo, potasio y zinc.
- Son ricas en vitaminas A, B y D. Por su contenido de B12, que suele encontrarse en la carne, viene muy bien en dietas vegetarianas y veganas.
- Las setas en general tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, una de las que más destacan en este aspecto es la reishi.
- Algunos experimentos han comprobado las propiedades anticancerígenas de varias setas comestibles como por ejemplo la Lentinus edodes -la oriental shiitake- que mejora el sistema inmunológico, además de que es un reductor natural del colesterol y se está empleando en investigaciones contra el sida, entre otras propiedades.
- Gracias al beta-glucano fortalecen el sistema inmunológico y protegen el corazón.
- Un gran número de setas contienen fitonutrientes que ayudan a que no se adhieran células en las paredes de los vasos sanguíneos favoreciendo la buena circulación.
Y si hablamos de setas concretas nos encontramos unas cuantas buenas noticias para comerlas más:
- La seta de San Jorge o perretxico -Calocybe gambosa- contribuye a bajar los niveles de azúcar en la sangre, y por tanto es efectiva para la diabetes.
- La variedad Polyporus umbellatus tiene funciones drenantes, por eso es buena para la retención de líquidos y tiene efectos antitumorales.
- El Boletus edulis, una de las setas más apreciadas a nivel gastronómico, sienta genial al organismo: es riquísimo en selenio, elemento con propiedades antitumorales y antioxidantes; también es antinflamatorio y protege los vasos sanguíneos.
- La colmelilla o Morchela spp es antibacteriana y antioxidante, además de antitumoral y antiinflamatoria.
- La Lengua de buey o Fistulina hepática es antioxidante y antitumoral.
No obstante, a pesar de todas estas ventajas para la salud, es cierto que las setas constituyen un alimento que puede resultar de difícil digestión para algunas personas por su alto contenido de fibra.
Por este motivo no hay que abusar de su ingesta y estar atento a cómo te sientas al consumirlas. Lo importante es que no pierdas nunca la oportunidad de saborearlas. Un plato de setas siempre es una ocasión para celebrar la buena gastronomía.
