A menudo, en la alta cocina nos encontramos con productos con los que no estamos muy familiarizados, pero que nos llaman mucho la atención. Es el caso del obulato, una oblea que en Japón también se usa para envolver fármacos, igual que con las cápsulas de las pastillas. Su aplicación en gastronomía es toda una innovación y, como no podía ser de ninguna otra manera, en Creative Signatures te la vamos a introducir.
¿Qué es el obulato?
El obulato es una lámina comestible transparente y ultrafina de alta ligereza al tacto, compuesta por almidón de patata, lecitina de soja y aceite de girasol, de manera que puede ser consumida por celíacos.
En 2009, Ferran Adrià lo trajo de Japón y lo presentó en sociedad convirtiéndose en uno de los productos estrella de ese año en el Bulli.
Propiedades del obulato
No tiene sabor ni olor, por lo que conserva todo el sabor del relleno, algo muy útil para aquellos alimentos cuya principal finalidad es sorprender desde dentro. Al entrar en contacto con un líquido se desintegra y hay que ir cuidado con la humedad, de manera que no se trata de un ingrediente fácil de manipular.
Usos del Obulato
El obulato puede ser una gran solución tanto para preparaciones dulces como saladas: raviolis con sólidos o líquidos, empanadillas, canapés, cornetes, rollitos, crujientes, cristales, láminas…
Aunque pueda parecer un producto no apto para cocinas domésticas, solo hace falta tiempo para convertirlo en un recurso más. Puedes aprender sobre cómo se hace el obulato en Creative Signatures, junto con Paco Roncero en su curso online «Tapas en la Alta Cocina». Así podrás utilizarlo en tus creaciones y sacarle el máximo rendimiento a este producto todavía hoy tan poco común.