La receta de tarta de fresas y mascarpone está compuesta por ingredientes aparentemente simples que brindan un resultado excepcional. Este postre único fusiona la suavidad del queso mascarpone con la vibrante dulzura de las fresas frescas, que se erigen en las verdaderas protagonistas. Sin duda, cautivará a tus comensales por su base crujiente, su relleno cremoso y su imponente presencia.
Atención a la receta de la chef Aurélie Collomb-Clerc, Pastelera del Año 2021, que te enseña a recrear esta tentadora delicia culinaria en tu propia cocina. ¡Adelante!
Un postre perfecto para una comida especial: tarta de fresas y mascarpone
Ingredientes
Disco de masa sablée
- 150 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 250 g de harina
- 2 yemas de huevo
- 125 g de azúcar
Decoración
- 500 g de nata
- 300 g de fresas (o fruta de temporada)
- Unas hojitas de menta para decorar (opcional)
Preparación
Disco de masa sablée
- Precalentar el horno 180°C.
- Mezclar la mantequilla y el azúcar con la ayuda de una cuchara de madera. Cuando la mezcla empiece a homogeneizar, añadir las yemas de huevo. Ten cuidado de no batir demasiado la masa, para evitar incorporar aire: obtendrás una masa quebradiza y frágil.
- Agregar la harina. Cuando la masa comience a unirse, amasa a mano en la superficie de trabajo.
- Amasar la masa: aplasta la masa con la palma de la mano para incorporar los restos de mantequilla.
- Cuando la masa esté homogénea, estírala con un rodillo entre dos hojas de papel de horno hasta un grosor de 5 mm.
- Cortar un disco del tamaño deseado. Puedes guardar los recortes de masa para hacer galletas de mantequilla.
- Hornear en horno precalentado a 180°C de 10 a 15 minutos. La masa debe estar ligeramente dorada, pero debe permanecer suave en el centro. Ten cuidado de no cocinarla demasiado para mantener esa textura suave.
Decoración
- Al igual que la choux de Saint-Honoré, coloque 8 hermosas fresas enteras en los bordes del disco de la masa sablée, con la base hacia abajo y la punta hacia arriba.
- Colocar en el centro un brunoise de fresas frescas: un tamaño preciso y minucioso revelará todos los sabores de la fresa.
- Cortar la esquina de la manga pastelera de la misma manera que en el Saint-Honoré. Vierte la crema comenzando desde los bordes y regresa gradualmente hacia el centro.
- Agrega una fresa en el medio y unas hojas de menta para el toque final.
Una de las grandes virtudes de la tarta de fresas y mascarpone radica en su extraordinaria versatilidad. Resulta perfecta como cierre de una comida elegante, ya que tiene ese toque inconfundible de alta cocina. También puede funcionar como el momento dulce especial de una tarde relajada. Se adapta a las ocasiones más variadas, nunca falla. Su equilibrio de sabores y textura la hace apetecible para la mayoría de paladares.
Además, la tendrás lista en un rato. Entre el tiempo de preparación y cocción no te llevará más de media hora.
Tanto si eres un profesional de la cocina o la repostería como un entusiasta de los postres, esta creación merece un lugar destacado en tu repertorio.
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