Las navidades son fechas hogareñas; con la llegada del frío y las vacaciones (para algunos) lo que más apetece es quedarse en casa calentito viendo películas o leyendo, para relajarnos del ritmo frenético que solemos llevar todo el año. También son fechas de recibir visitas de familiares y amigos con los que disfrutar de una buena charla, quizás acompañada de una alguna que otra copa de vino.
Las reuniones y comidas familiares deberían ser siempre motivo de alegría y no de agobios causados por los preparativos previos. Para ser un buen anfitrión no hace falta que pases miles de horas en la cocina; además siempre pueden surgir imprevistos de última hora o incorporaciones de gente que no esperabas. Así que relax, te dejamos algunas ideas para poder improvisar un buen menú a última hora y salir airoso. Sigue leyendo.
Vete corriendo a echar un vistazo a la despensa
La comida envasada y las latas de conservas pueden ser una buena opción a la que recurrir ante un imprevisto de última hora. Que no te parezca cutre, son muy agradecidas y te salvarán de un apuro. Es más, pueden ser una delicatessen. Unas aceitunas, unos berberechos con un chorrito de limón y unos mejillones en escabeche donde mojar pan harán un combo excelente como aperitivo para el vermú.
Los botes de legumbres también merecen ser mencionados, te ahorrarás mucho tiempo evitando tener que cocerlas durante horas, por no hablar del remojo del día anterior que ya no estás a tiempo de hacer… Abre un bote de garbanzos y márcate un hummus tradicional o de remolacha digno de una estrella Michelin.
Si andas con un poco más de margen de tiempo, aún puedes bajar a comprar un par de cosillas y revisar qué tienes en el congelador para hacer alguna receta. Pero sin complicarte, échale imaginación y apuesta por cosas sencillas sin largas elaboraciones; es mejor que aproveches ese tiempo para pasar más rato con tu gente.
Apuesta por los pinchos y canapés
Los canapés roban el protagonismo de todas las mesas en Navidad, y son una muy buena manera de ofrecer variedad a tus invitados y poder probar cosas diferentes. Con una buena selección de pinchos puedes ahorrarte el plato principal. Así es, como lo oyes, a veces no hace falta seguir una tediosa receta súper elaborada para comer bien.
Las opciones son infinitas: canapés calientes, fríos, salados, dulces… Con una buena organización, podrás incluso hacer varias preparaciones a la vez. Puedes ir ultimando detalles y sirviendo todo aquello que vaya en frío, mientras que en el horno acaba de hacerse ese delicioso hojaldre relleno. Eso sí, ponte una alarma en el móvil, ¡y no te olvides de sacarlo!
Como idea, para empezar te proponemos una tabla de quesos variados y unos rollitos de salmón ahumado con aguacate y queso suave, aliñados con un toquecito de eneldo. También puedes preparar una ensalada ligera de escarola con granada y manzana, usando así los productos por excelencia de la temporada de invierno. Unos volovanes de hojaldre rellenos de bechamel con verduritas y setas tampoco te quitarán mucho tiempo y son muy resultones.
Un final dulce
¡No pienses que nos olvidábamos del postre! El momento dulce de la cena agrada a todos, así que no puede faltar. Como te contábamos, los pinchos también pueden ser dulces. La fruta es una buena opción para cerrar la comida, no se tarda nada en preparar una macedonia o en montar unas coloridas brochetas, sanas y deliciosas. Y si no, tienes suerte de que es Navidad y puedes tirar de turrón… Y el año que viene, lo haces tú.
Aprender cocina online de la mano del chef vasco Koldo Royo, con el Curso de Pinchos y Tapas Españolas Imprescindibles, ampliará tu recetario y te dará muchas más opciones a las que poder recurrir, facilitándote las cosas la próxima vez que andes sin tiempo para ponerte a cocinar. Y si todo esto no te parece suficiente, ¡siempre estás a tiempo de pedir una pizza!