Quizás te suene el nombre. O no. Lo que sí es seguro es que has probado su sabor. Porque el tahini es la base de cremas orientales muy familiares en Occidente como el hummus o el baba ganush.
Qué es el tahini
El tahini es una pasta hecha con ajonjolí o sésamo molido, de sabor tostado y ligeramente amargo. Es típica en Oriente Medio y en algunos países mediterráneos. Por su consistencia y sabor tiene múltiples usos, entre ellos, el que mencionamos antes. Su nombre es tahini, tahina o tahin, y significa “molido” en árabe.
Su principal ingrediente es el sésamo molido, pero si lo preparas en casa puedes añadirle aceite y sal para obtener una textura más cremosa y potenciar su sabor, aunque esto es opcional.
Al ser una semilla no necesita refrigeración si la temperatura no es muy calurosa, en caso contrario es mejor guardar en la nevera. Recuerda removerlo cuando lo vayas a usar para volver a mezclar la pasta con el aceite de la preparación que tiende a separarse. De esta forma puede durar varios meses en tu despensa.
Tipos de tahini
Existen dos tipos de tahini, aunque no difieren tanto de sabor:
Tahini blanco
Es el que se prepara con semillas de sésamo crudas. Su consistencia es más suave y tiene mayores propiedades antioxidantes.
Tahini marrón
Se hace con las semillas tostadas. Por esta razón su sabor es más intenso, su textura más espesa y es más aromático.
Beneficios del tahini
Además de su versatilidad como ingrediente, una de las ventajas de comer tahini es su valor nutricional:
- Es un alimento rico en calcio.
- Contiene ácido oleico y grasas insaturadas que ayudan a reducir el colesterol malo, lo que lo hace muy beneficioso para el sistema cardiovascular.
- Tiene fibras y proteínas, lo que contribuye a la mejora del tránsito intestinal.
- Es antioxidante, lo que contribuye a retrasar el daño celular en el organismo.
- Tiene un alto contenido de vitaminas B, especialmente de la B6 y la B12.
Usos del tahini
Ya lo hemos dicho, por su naturaleza constituye un alimento versátil a la hora de emplearlo en nuestra mesa. Las formas de consumirlo pueden ser todas las que quiera tu paladar, estas son algunas:
- Hummus y baba ganush: es el uso más conocido ya que constituye la base de la crema de garbanzos y la crema de berenjenas, y ambas gozan de mucha popularidad en nuestro país por su delicioso sabor. Obviamente su presencia se extiende a otros hummus como el de aguacate, aceitunas negras o pimientos rojos.
- Con pan: pan de pita o el pan que te apetezca como tostadas. Puedes untar con tahini solamente o acompañarlo con mermelada o tomate rallado.
- En batidos: enriquece un batido o zumo de frutas con el tahini y lo harás más nutritivo aún.
- En sandwiches o bocadillos: en vez de emplear una salsa industrial, el aderezo de tu pan puede ser un poco de tahini.
- En salsas: úsalo como ingrediente de una salsa de tomate casera, un curry o una salsa de yogurt como el labneh. Los chefs del restaurante The Green Spot y profesores de Scoolinary, Marcelino Jiménez y Julia Kleist, proponen como receta un labneh de tahini que resulta original y sorprendente.
- En ensaladas: puede ser un aliño delicioso para darle vida a una ensalada sencilla de hojas verdes y frutos secos o combinaciones más ricas con granada, aguacate y especias, por poner un ejemplo.
Como ves, el tahini puede dar mucho juego en tu cocina mientras te alimentas con un ingrediente beneficioso para tu organismo. Si te interesa enriquecer tu dieta cotidiana con preparaciones sabrosas y sanas como el labneh de tahini que te mencionamos antes, en el curso Tapas vegetarianas de Scoolinary, dictado por Marcelino Jiménez y Julia Kleist, aprenderás recetas que te encantarán.