¿Alguna vez te has puesto a pensar en que hay lugares donde los mariscos no son un producto de consumo frecuente? A los españoles nos puede resultar extraño porque, sin duda, somos un país de mariscos. Por las amplias costas que tenemos en nuestra geografía y porque forman parte de nuestra alimentación cotidiana.
Desde unas gambas al ajillo o unos mejillones al vapor tan tradicionales y comunes en cualquier restaurante o taberna de toda la vida, hasta las nécoras o los percebes que se consumen en ocasiones especiales. Los mariscos son un delicioso plato que, a menos que sufras de alergia, suele gustarle a las personas.
Pero ¿qué son los mariscos?
Los mariscos son “animales invertebrados comestibles, marinos o continentales, frescos o conservados por distintos procedimientos autorizados”, explica el Código Alimentario Español.
Existen miles de tipos de mariscos en el mundo, aunque muchos de ellos no son comestibles. Ahora bien, dentro de los que se consumen, la clasificación suele dividirse en dos grandes grupos.
Tipos de mariscos
Por sus características físicas existen dos tipos de mariscos:
Crustáceos
Son animales invertebrados con un caparazón que los protege y que suele estar segmentado para darles soporte. Con frecuencia cuentan con antenas y pinzas y se consumen muchísimo.
Ejemplos de crustáceos son los langostinos, las cigalas, las gambas, los cangrejos, los bogavantes y los percebes.
Moluscos
Los moluscos son también animales invertebrados que presentan una gran variedad de especies y que pueden verse en todos los hábitats acuáticos. Se subdividen a su vez en dos tipos:
- Moluscos bivalvos
Son aquellos que presentan un cuerpo situado dentro de una concha dividida en dos valvas. Uno de los moluscos que más consumimos en España son los mejillones, igual que las almejas, los berberechos, las ostras, las vieiras o las coquinas.
- Moluscos blandos o cefalópodos
Se caracterizan por no tener concha y estar formado por un saco con abertura por donde sale su cabeza, además de contar con tentáculos.
Uno de los cefalópodos más consumidos en el país es el pulpo, igual que los calamares. Otros animales de este tipo son los chocos y la sepia.
Mención aparte de esta clasificación son los equinodermos, un tipo de animales marinos en el que existen algunas especies que sí se consideran mariscos en cuanto al uso culinario.
Se caracterizan por tener colores vivos, un cuerpo simétrico y piel espinosa. Dentro de los equinodermos que se consumen a nivel gastronómico están los erizos de mar y los pepinos de mar.
Cómo comprar mariscos
Explicado los tipos, pasemos a los factores que debes tener en cuenta a la hora de comprar mariscos.
- Deben oler a mar, si sientes un olor a amoníaco no está en buen estado.
- En cuanto al aspecto el marisco debe verse húmedo, y al tacto suave pero firme.
- Si compraste marisco congelado, a la hora de consumirlo pásalo a la nevera para que no se pierda la cadena de frío.
- Los crustáceos no deben tener las patas rotas, la cabeza debe verse clara y los ojos negros y brillantes; la piel debe estar translúcida y sin manchas negras. En los casos de langostas, cangrejos, centollo o nécoras, tienes que comprarlos vivos.
- Los moluscos bivalvos también deben comprarse vivos. Las conchas tienen que estar cerradas o ligeramente abiertas, y si presionas tienen que cerrarse como signo de estar vivos. Al cocinarse deben abrirse, no consumas los que no se abren.
- Los cefalópodos deben verse húmedos pero firmes y tienen que tener un color blanco nacarado.
Lo ideal a la hora de comprar mariscos es tener un mercado de confianza donde te garanticen un buen producto. No obstante, con estos consejos adquirirás el mejor marisco para preparar sabrosas recetas en casa.
Una de ellas puede ser los mejillones a la marinera con queso azul de Cantabria que enseña el chef Jesús Sánchez de El Cenador de Amós (3 estrellas Michelín) en el curso Cocina del norte de España; el salteado nikkei de pulpos y vieras que te explica paso a paso el cocinero Patrick Whuking en su curso de Cocina básica; o todas las deliciosas recetas de mariscos que el prestigioso chef Paco Pérez (5 estrellas Michelín) enseña en su curso de Cocina mediterránea. Solo tienes que estar abierto a aprender y ponerte manos a la obra.