La lasaña no necesita presentación. No hace falta decir que es una de las recetas clásicas de la gastronomía italiana. Goza de una enorme aceptación entre los públicos más variados. Más allá de la fórmula original, es el tipo de plato que deja margen para la innovación y el juego con diferentes ingredientes. Una gran virtud.
Así, la carne de ternera de la lasaña tradicional puede reemplazarse por otro tipo de carne, como pollo, cerdo, pavo…, jamón y queso, o por pescados o mariscos. Por supuesto, también hay alternativas con rellenos vegetales, mixtos de verduras y carnes, de pescados y verduras e incluso lasañas sin pasta.
¡¿Cómo?! ¿Lasañas sin pasta? Claro que sí, y son deliciosas. Te invitamos a descubrir unas cuantas variantes de este plato universal que no dejan a nadie indiferente.
5 variantes de lasaña de carne que vale la pena descubrir
Lasañas de pescado o marisco
Si se descartan las opciones carnívoras a la hora de preparar una lasaña, el pescado o el marisco suele funcionar como la alternativa más directa. Tanto el pescado azul como el pescado blanco, el marisco, gambas, etc., dan resultados espectaculares.
Algunas ideas para coger al vuelo: lasañas de salmón, de atún, de merluza con gambas, de atún y huevo, de lenguado, de jureles, de marisco, de lubina, de anchoas, de mero, de rape, de vieiras…
Lasañas de verduras
Como vas intuyendo, puedes componer tu lasaña con casi cualquier ingrediente. Las verduras dan un juego fantástico y alumbran lasañas sabrosísimas.
Lasañas de pasta con espinacas, con calabacines, berenjenas, zanahorias, champiñones, setas, brócoli, espárragos, calabaza, judías y casi cualquier combinación de estas que se te ocurra.
Opciones de lasañas mixtas
Deliciosas por su extraordinaria combinación de sabores: de ternera (o cualquier otro tipo de carne) y variedad de verduras, de carne de cerdo y pimientos, de pollo y espinacas, pollo al curry; de berenjena, requesón y sobrasada; de pescado y mezcla de verduras, de salmón y gambas, salmón y champiñones, de atún y champiñones, de berenjena y atún, de atún y espinacas, salmón y brócoli, salmón y espinacas, de bacalao y mango…
Lasañas sin pasta
Hasta aquí las lasañas tradicionales con pasta. Pero… ¿cómo se pueden sustituir las capas de pasta para que el plato siga manteniendo la estructura de una lasaña y merezca este nombre? Berenjena, calabacín, calabaza, boniato y patata, todas ellas cortadas en finas láminas, son las alternativas más socorridas. Con notable éxito.
Para cocinarlas, un buen truco es darles un golpe de horno o pasarlas por la plancha antes de montar la lasaña, una breve cocción para que adquieran textura.
En cuanto al relleno, resolver al gusto, con el clásico sofrito de tomate y cebolla que admite cualquier tipo de opción carnívora, de atún u otros pescados o mariscos, quesos variados o puramente vegetal, añadiendo verduras y hortalizas.
Lasañas con algas
Dentro de las lasañas sin pasta, una de las alternativas más originales es la que se elabora con láminas de algas. Por ejemplo, opciones puramente vegetales, con algas, berenjena, pimiento, zanahoria, tomate, etc.
Una de las algas marinas comestibles más comunes para preparar una deliciosa lasaña sin pasta es la llamada lechuga de mar, utilizada para las placas y completada con un sofrito de verduras y una bechamel.
Otras recetas muy sugerentes son las que se construyen con algas, arroz y pescado (salmón, atún, merluza, etc.). También la que añade tofu a las algas o la que combina las algas con aguacate y jamón ibérico. Son solo unos ejemplos.
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La lasaña como receta de aprovechamiento
Como hemos visto, la lasaña te ofrece un sinfín de posibilidades. Por ejemplo, en recetas de aprovechamiento con restos de comida de diferentes celebraciones. Esta es la filosofía que defiende nuestro curso Cocina sin Desperdicios, que nos conciencia sobre los peligros del despilfarro alimentario y nos muestra cómo combatirlo.
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