Es un plan que siempre apetece: quedar con tus amigos el fin de semana para tomar el aperitivo, ya sea en una terraza, un bar o incluso en casa. Es un rato agradable en el que os ponéis al día mientras tomáis algo. Y en esas alternativas puede haber distintas bebidas, pero el vermut siempre aparece como opción perfecta para compartir.
El vermut desde hace unos años se ha puesto de moda, por decirlo así. Sobre todo entre los consumidores jóvenes, que hasta hace no tanto veían esta bebida como una alternativa para gente mayor. La combinación de campañas de marketing de las diferentes marcas que lo producen y la exploración de nuevas mezclas para diversificar el producto y ofrecer vermús de mayor calidad han hecho que los nuevos consumidores hayan aumentado considerablemente su demanda en nuestro país. Por no hablar del uso que grandes cocteleros en todo el mundo le dan en sus mezclas.
Sobre el vermut
El vermut es una bebida hecha con vino blanco, ajenjo y otras especias que se maceran en distintas cantidades según la casa que lo prepare hasta obtener un líquido con dulzor, toques amargos y especiados y una cantidad de graduación alcohólica que puede variar entre 16 y 19 grados. Puede ser rojo, blanco, rosado o seco.
En cuanto a su origen hay diferentes teorías, una de ellas cuenta que lo inventó Hipócrates, el prestigioso médico de la Antigua Grecia, quien se supone fue el primero en macerar flores de ajenjo en vino. No obstante, el registro oficial de la bebida la tiene un destilador italiano, Antonio Beneditto Carpano, quien en 1786 la creó en Turín -se dice que tomando como base una receta proveniente de Baviera– y con ello el primer vermut que llevaba su apellido por nombre.
En España la bebida comenzó a producirse en Reus, Cataluña, gracias a la familia Yzaguirre a partir de 1884; aunque en Huelva afirman ser los primeros en producir un vermut español en 1770 de la mano de Melquiades Sáenz.
Lo cierto es que en nuestro país la bebida tuvo un buen comercio hasta finales de los 70, cuando la cerveza ocupó el lugar de preferencia entre la gente joven que tomaba alcohol y se quedó situada entre el público de más edad. Hasta el año 2012 que hubo un reverdecer en su consumo y la producción se disparó. A día de hoy en todo el país se produce una amplia gama de opciones de vermús, cada uno con su personalidad y sello distintivo; y es un ingrediente imprescindible de cócteles clásicos como Negroni, Manhattan y otros tantos creados por famosos cocteleros.
7 razones para tomar vermut
Más allá de la moda, el vermut es una bebida con mucha personalidad que merece ser degustado si es que aún no lo has probado:
- Abre el apetito. La combinación del vino con especias hace que su consumo aumente la secreción gástrica y genere hambre.
- Es una bebida social. Por algo muchos hablan de “la hora del vermut”. Un vaso de esta bebida supone un momento relajante con gente que nos gusta mientras lo pasamos bien.
- Tiene propiedades antioxidantes, lo que lo hace beneficioso para el corazón (en cantidades moderadas, por supuesto) y para el colesterol.
- También es digestivo, ayuda en el procesamiento de los alimentos en el intestino delgado, por lo que se puede consumir después de la comida.
- Su principal hierba es el ajenjo, que tiene propiedades medicinales para el estómago y el dolor, nuevamente, sin pasarse con las cantidades.
- Su delicioso sabor, ligeramente dulce, con gusto amargo y diferentes matices gracias a las hierbas y frutas que pueda llevar, hacen de esta bebida una opción muy agradable al paladar.
- Algunos cócteles creados con vermut son irresistibles, como el Musa Manhattan que prepara el famoso coctelero Hardeep Rehal.
Por todas estas razones, si te gusta el vermut prepara tu vaso con hielo y disfruta su buen sabor. Y si prefieres los cócteles, en el curso El arte de combinar sabores en cócteles, Hardeep Rehal te enseña a preparar algunas de sus mejores mezclas, las que lo han convertido en un especialista de prestigio en todo el mundo.